Marcas en el cuello

Unique

Fue reprimido por mucho tiempo por reglas estúpidas que lo limitaban a comportarse bonito y ser un "Omega de bien". Namjoon nunca encajó en los estándares pero jamás le tomó importancia ya que eso le daba la ventaja de verse excluido y no reprimido por las opiniones subjetivas de dicha subordinación.

No había dependencia hacía nadie, él era un ser visceral que mostraba sus ideales tal cual los sentía, era divertido no ser bonito.

Namjoon nunca anheló ser bonito, se amaba con todo y su carácter de mierda; las alfas fueron lo de menos cuando su madre trató de hacerle creer que los necesitaría para ser al menos una persona normal, un omega heterosexual.

Tengo nuevos ojos y visiones sobre ti, necesito un minuto para descubrir lo que soy, y porqué lo soy...son voces de elecciones las que rondan mi cabeza y me llenan de temor, ¿porqué tengo miedo de encontrarme a mí mismo dentro de este inmenso sistema de conexiones alejadas?

Jamás en su vida gustó de alguien, se había planteado como sueño perfecto permanecer soltero mientras vivía en una casa frente al mar añil, pero todo cambió cuando su lobo aulló por primera vez mientras miraba en la televisión de su departamento al periodista de su canal favorito cuyos cabellos color cacao le resultaron tan atractivos; "Namu idiota" reclamó al inocente animalito sabiendo que ese amor platónico jamás podría ser, así que no valdría para nada la pena sentirse tan húmedo por alguien que no sabría jamás de su existencia.

Recuerda que yo sé tu nombre, te conozco sin lugar a duda, solo que aún no he logrado sentir tu rostro tibio , admirar al menos una vez la preciosura de persona que escondes. Me haces sentir loco, juraría que me haz encerrado en tu jardín del edén, ¿es verdad que me odias?

La jerarquización le daba realismo a su lógica indeleble, era un dominante omega de segundo nivel, ni en chiste podría idealizarse al lado de ese alfa con renombre, aunque se valía soñar, hipnotizarse con esa voz seductora que no tenía ni idea del efecto hechizante sobre él.

Ignoró al animal por varios meses hasta que el celo se le presentó en su trabajo por descuido mientras los directivos de la empresa discográfica para la que trabajaba eran entrevistados por ese mismo hombre... resultó que el lobo tuvo la razón cuando le dijo que era su destinado.

Vaya ironía, su gran temor fue más que una mentira, el alfa lejano estaba más cerca de lo que pensaba.

Bendito fue ese día en que su aroma a menta se coló dentro de la nariz sensible de ese caballero y le permitieron partir a su casa antes de que se lo follaran en televisión nacional. Icónico, ese omega siempre lo fue.

En el camino un desconocido le socorrió hasta llegar a esa zona segura, dónde se sacó los pantalones sin importarle que ese otro alfa le mirara las nalgas, su lobo era feliz sin ser reprimido más tiempo, vaya día para enterarse que la luna le dotó de dos destinados para que no pasara hambre o soledad.

Andando y caminando fue haciéndose amigo de ambos chicos, conociéndoles hasta el tuétano, ni siquiera sabía que su corazón era más que amplio como para desear a dos personas muy distintas; logró darse cuenta que encajaban como tres piezas de un colorido rompecabezas.

Que conste, amor, ya advertí que no descansaré hasta que seas mío.

Hablemos un poco sobre cada ponente, eran completamente diferentes entre sí.

Por un lado, Taehyung (el periodista), un hombre inteligente y talentoso que era bastante extrovertido, ruidoso y dulce, solamente su fachada seria era por profesionalismo y nada más.
A Namjoon le gustaban sus labios, sus cejas bonitas, los ojos coquetos de mirada brillante, lo quería a él. Por otro lado, Seokjin (el desconocido con el que chocó unos cuantos meses atrás), también era muy listo pero mucho más serio, su punto de vista era bastante crítico a comparación del de Taehyung; bastante bello, introvertido y delicado, demostró ser un alfa bastante amable con labios hermosos que al besarle se ganaron parte de su gran corazón.