Astral

Cada día es diferente al anterior, y cuando sientas que tu vida es aburrida y monótona agradece al universo, porque eres feliz, aunque no lo sepas.

Me desperté en la mañana por un fuerte ruido que entró por mi ventana, fue en la esquina, allí siempre hay accidentes de tránsito, estoy acostumbrado a escuchar como discuten luego de chocar sus autos.

Me levanté y preparé un café para mi padre y para mí, me senté en la cama a hablar con mi padre sobre el trabajo y algunas otras cosas, últimamente no me he sentido bien, pues terminé con mi novia recientemente, ella cambió mucho de un momento a otro y luego supe que se revolcaba con otro tipo, con alguien que ni siquiera le correspondía, con un año y 4 meses de relación, he hecho todo lo posible por salir y divertirme, pero es inútil, además ni siquiera tengo amigos, solo estoy con mi padre y mi hermanita, las cosas desde que llegamos a esta ciudad no han sido nada fácil pues casi no tenemos oportunidades de empleo, mi padre tiene una discapacidad motora que le impide trabajar correctamente, y yo pues... nadie dará trabajo a un menor de edad, al menos con mis 17 años puedo hacer pequeñas tareas a cambio de dinero, no es mucho pero sirve para la comida y para que mi hermanita pueda ir al colegio, no todas son cosas malas, pues a ella le ha ido muy bien, es una niña muy dedicada y agradable, nos sentimos muy orgullosos de ella, al menos daré lo mejor de mí para sacarnos adelante y que mi hermanita pueda cumplir su sueño de ser escritora.

Lunes 4 de abril me levanté temprano para llevar a mi hermana al colegio, comencé a hacer el desayuno mientras pensaba en mi ex y en todas esas palabras bonitas que compartimos, los momentos y aventuras que vivimos tan hermosas, mi corazón esté hecho polvo, de verdad creí que llegaríamos lejos, me duele y tengo un nudo en mi garganta, anoche hablé con mi mejor amiga que se encuentra en otro país, fue una larga llamada, siento que igual no descansé lo suficiente.

Ya está listo el desayuno, voy a ver si mi hermanita Carla ya está lista para irnos

Yo: Carla, ¿ya puedes bajar?, ya está listo el desayuno

Carla: voyyyy solo me faltan las zapatillas

Unos minutos después...

Carla: ya estoy lista, vamos

Guardó todo en su mochila y la acompañé en la parada del bus, mientras hablábamos

Carla: ¿por qué aun tienes esa cara? Ya han pasado tres días

yo: no es tan fácil hermana, es muy reciente, a veces siento que aún estamos juntos, incluso la he querido llamar, pero tengo que ser fuerte, pues ella me hizo mucho daño y sería una gran humillación volver con ella

Carla: ¿pero por qué simplemente no haces como si nunca la conociste?

Yo: eso quisiera, pero no comprenderías, aun eres muy niña

Carla: hey, soy una niña grande, tengo nueve años y medio, además mi papá siempre dice que soy muy grande

Yo: estoy seguro de que no es a lo que se refiere, lo dice en sentido figurado

Carla: bueno, pero ya deja de sentirte mal por ella, sabes que tienes un gran corazón y ella no lo merece

Yo: si... es que si fuera tan fácil como pasar una página ya lo habría hecho, por ahora solo me voy a concentrar en otras cosas, o quizá...

En ese momento se acercó el bus de la línea 8, este bus pasaba muy rápido así que me apresuré a llamarlo

Yo: Allí está nuestro bus, atenta

Saque la mano y el bus que con alta velocidad freno unos metros más delante de nosotros, justo en la esquina sin semáforo, me sorprendí mucho al ver que frenó segundos antes de que un camión pasara frente a él, tomando en cuenta de que en esta esquina siempre chocan me sentí muy sorprendido de ver que evité un accidente.