You don't know my name | No sabe mi nombre

You don't know my name.

Hola bellezas... Aquí con un one shot que moría por salir a la luz. Es basado en una canción.... Espero les guste...

OoOoO

Levanto la mirada y observo como las calles están bañadas por un manto blanco, cuál novia camino al altar.

Sonrío al recordar que uno igual acariciaba la colina del lugar donde me críe, donde junto a mis hermanitos del corazón, pues todos éramos huérfanos de padres, jugábamos de forma traviesa en una época como esta.

Hi hogar, aquel que añoro y deseo volver con desesperación, pero no debo pensar en regresar, aún no es el tiempo de retornar a los brazos de mis madres.

Los transeúntes caminan sin notar cómo cambian las luces del día y el cielo se pinta de naranja, violeta y azul oscuro ante el llamado de la fría noche que se acerca. Aquí, estos pequeños detalles no cuentan.

Ni él mismo Bob Ross, con su increíble técnica, pudo plasmar la gama de colores que presenta el gran lienzo llamado cielo en una atardecer como este.

La ciudad de New York se convierte en una selva de altos rascacielos y deslumbrante luces que crean un ambiente sin igual, gente de todas partes del mundo se dan cita aquí donde se busca hacer realidad aquellos sueños que parecieran imposibles en otro lugar.

Supongo que es verdad lo que dicen: "Que esta ciudad te atrapa en su monótona tela de araña y jamás, por más que quieras, vuelves a salir de ella."

Es como si te convirtieras en un adicto del olor a libertad que te brinda.Y aunque te transformas en un cautivo de la soledad, te sientes dichoso de decir que eres una pequeña porción de la ciudad que nunca duerme.

El timbre del celular me recuerda que ya es hora de levantarme de esta silla y partir a mi faena diaria. Trabajo de mesera en un café entre la calle 42 y Broadway. "The Strafford Stop" Es una especie de icono de la zona, ya que lleva en el mismo lugar por los pasados 98 años, desde el tiempo de los gánsteres y mujeres con plumas en el cabello.

A veces echo un ojo a la decoración y me imagino viviendo en esa época, siendo la esposa de un actor famoso de teatro cuya cara ya tiene nombre, aunque sea en mis fantasías o en aquellos sueños que me dan felicidad por breves momentos.

El sonrojo sube a mis mejillas de tan solamente, imaginarme estar junto a él.Entrar al restaurante es como retroceder en el tiempo, todo está cual primer día de apertura. Sus propietarios, John y Pony Stewart, no Han cambiado nada en los 30 años que tienen como dueños del local, ellos aseguran que el valor sentimental de este es incalculable.

Miles de fotografías de centenares de artistas y grandes personalidades adornan sus paredes y hacen juego al decorado rojo, negro y blanco de cuadros y el fonógrafo que aún se utiliza para amenizar el lugar.

Tomo mi abrigo, guantes y gorro para avanzar y salir de mi apartamento. Sé que será una temporada muy fría y aunque apenas son las 4 de la tarde, ya el manto negro de la noche se comienza sentir en esta ciudad, no obstante en mi interior una luz de esperanza crece.