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Sus gritos hacen que salga corriendo de mi habitación y vaya a la de él.

-¡NO, POR FAVOR NO!- veo a mis padres salir de su habitación y dirigirse a las de su nuevo hijo.

-¿Qué está pasando?- niego, entró a la habitación, la luz de la lámpara de noche ilumina lo suficiente como para ver el desastre que es su cama.

-¡NO!- corro hasta él, lo tomó de los brazos y lo muevo con un poco de fuerza.

-Baek despierta, vamos pequeño- su cara está llena de lágrimas.

-ALEJATE, NO- mi madre se sienta del otro lado de la cama, quita el cabello de su frente - Aléjate de ellos-

-Es una pesadilla- veo a mi padre y luego a Baek - Trata de despertarlo con cuidado.

-Baek, despierta cachorro, vamos - lo muevo - Vamos, sal de ese lugar- mamá despeja su rostro - Es una pesadilla-

-Vamos cariño, despierta- mamá habla despacio - Despierta - Baek abre los ojos poco a poco, están llenos de lágrimas - Eso es - Baek se cubre el rostro con las manos y empieza a llorar con fuerza.

-Tranquilo, ya paso- me siento a su lado y lo abrazó con fuerza, él se aferra a mi.

Lo tengo entre mis brazos hasta logra quedarse nuevamente dormido, me quedo acostado a su lado, cuando tiene espasmos por el llanto trató de calmarlo.

-Creo saber que soñaste- peino su cabello.

Mis padres salieron de la habitación en cuanto Baek se quedó dormido, trataron de preguntarle qué soñó pero fue imposible.

Nos cubro a ambos con la cobija, lo abrazó y él esconde su cara en mi pecho, beso la parte superior de su cabeza y cierro los ojos.

Me estiró sobre la cama, mi brazo derecho está dormido, abro los ojos y veo al causante de ese pequeño accidente.

Baek sigue dormido, tiene los labios entreabiertos, su expresión es de total calma y completamente diferente a la de esta madrugada.

Me doy la vuelta y quedó frente a frente con él, quitó el cabello de su cara, delineó sus rasgos.

-Te voy a extrañar tanto - cuando pasó la punta de mi dedo por su nariz él la mueve - Eres tan tierno - abre y cierra la boca, sonrío - Por favor no te vayas a olvidar de mí- recuerdo lo que Hyung hizo para no dejar a mi hermana y una idea me viene a la mente.

Salgo con cuidado de la cama, dejo la almohada al lado de él y la abraza, salgo rápido de la habitación sin hacer ruido,  voy hasta la mía, ingresó al baño, me aseo, salgo, voy hasta mi clóset, saco la ropa adecuada para lo que voy a hacer u me visto.

Salgo de mi habitación luego de estar completamente arreglado, bajo las escaleras, caminó por la casa hasta llegar a la cocina, ajumma está ayudando y hablando con el personal.

-Buenos días- hago una reverenci, todas me ven y hacen lo mismo - ¿Cómo amaneció Ajumma?-

-Muy bien mi niño ¿Tú cómo dormiste?-

-Muy bien, Ajumma ¿Podemos ir a un lugar?- ella se seca las manos y asiente.

-Ya vengo, no dejen que la cebolla se dore -

-Si Ajumma - todos hacen una reverencia, ajumma se lleva muy bien con todo el personal, y por más que tratamos de que no hiciera nada, es imposible sacarla de la cocina.

Le ofrezco mi brazo, ella lo toma y la dirijo fuera de la cocina, vamos hasta la salida, la ayudó a sentarse y colocarse los zapatos.

-¿A dónde vamos?- tomó sus manos - Se que acompañaste a mi niño está madrugada ¿Algo está mal?- niego.

-Necesito pedirle algo-

Hasta mañana, amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora