𝐏𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫... -𝐇𝐘𝐔𝐍𝐈𝐍-

7 ᡣ𐭩: ¿qué me pasa?

Dieron las 9 de la mañana, el sol comenzó a golpear fuertemente por la ventana, lo que les hizo imposible a Hyunjin y a Jeongin seguir durmiendo.

Hyunjin comenzó a despertar por la intensa luz del sol. Un dolor de cabeza intenso le invadió casi de inmediato al abrir los ojos, pero eso no le importó mucho, al menos no después de sentir un peso en su brazo y sentir que cargaba a alguien. Comenzó a moverse lentamente para no despertar a quien fuera que estuviese a su lado, y grande fue su sorpresa al ver de quien se trataba.

Yang Jeongin.

El chico por el que había estado rezando los últimos días.

Dormido en su pecho.

La sorpresa de ese momento fue poca con la siguiente, cuando Hyunjin se dió cuenta que no llevaba absolutamente nada puesto mas que la sábana que lo cubría del estómago para abajo. Al darse cuenta, maldijo en todos los idiomas y lenguas existentes. No es posible, dios, esto no puede estar pasando.

Intentó recordar, pero simplemente no podía. Los recuerdos estaban demasiado borrosos en su mente. Quizá tomó demasiado de nuevo. Felicidades, Hwang Hyunjin.

Simplemente no le cabía en la cabeza. ¿Acaso pasó algo más?

Dios, simplemente esto no puede estar pasando. -¿Que hice ahora?-Hyunjin se maldecia a si mismo en todos los idiomas que sabía. ¿Enserio accedió a tener sexo?

Eso no era lo peor. Lo que mas le atormentaba no era haber tenido sexo y no recordarlo, lo que mas le atormentaba era que fuera con Jeongin. ¿De verdad fue con él? Tranquilizate Hyunjin. Quizá y con un poco de suerte, no fue con Jeongin. Quizá fue con una chica...

Un minuto, aqui no podía haber chicas.

Dios mío, soy un estúpido.

La verdad era que le abrumaba demasiado el hecho de que no estaba para nada incómodo. Se sentía bien de alguna manera saber que era Jeongin y no otra persona, pero a Hyunjin le asustaba demasiado esa sensación. ¿Que demonios me está pasando?

Jeongin despertó poco después. Al notar que Hyunjin lo tenía abrazado, algo le pasó adentro. Un millón de sensaciones, todas buenas. Eran como miles de mariposas, mas que miles, millones.

Se revolvió en su lugar y fue abriendo los ojos lentamente, cuando vio a Hyunjin en ese estado, levemente sudado debido a que estaban tan cansados que no se preocuparon en prender el clima de la habitación, incapaz de abrir los ojos completamente, con los labios hinchados y varias marcas rojas en su cuello y abdomen. Un estado en el que a Jeongin se le hacía malditamente, demasiado atractivo.

Hyunjin, al darse cuenta de que Jeongin había despertado, entró en pánico, no sabía que decirle, asi que decidió levantarse de la cama.

Sorpresa.

Un dolor horrible en las piernas lo invadió apenas intentó ponerse de pie, no aguantó su peso y cayó al suelo, haciendo un escándalo.

Jeongin se sobresaltó y se levantó de la cama para ayudar a Hyunjin, pero la expresión que tenia era muy... Indescriptible.

Hyunjin estaba jodidamente mal, al momento de sentir ese dolor, un millón de pensamientos le invadieron.

Felicidades Hyunjin, no solo tuviste sexo, si no que no te bastó con eso y fuiste abajo. Felicidades.

De todos los pensamientos abrumadores que habia tenido esta mañana, este era el más abrumador, por que no le disgustaba nada, solo quería recordarlo.

Oh no, tuvo una reacción inesperada.

Tomó sus cosas rápido, se vistió e intentó escapar de Jeongin lo antes posible. Solo se despidió de él y salió. Jeongin no intentó detenerlo ya que, bueno, ¿Qué estaba sucediendo? Tal vez estaba abrumado ahora, pero sabía que tarde o temprano, si es que no recordaba nada, querría hacerlo. Los niños y los borrachos dicen la verdad, ¿No? Entonces había una atracción evidente. Jeongin sabía que Hyunjin no dejaría pasar eso.

Hyunjin no sabía como es que había logrado llegar a su casa, pero lo hizo. Solo llegó, se encerró en su cuarto y se acostó a intentar recordar todo, pero no podía recordar nada, solo recordaba la noche hasta que empezó a tomar, una pequeñísima parte.

Solo recordaba lo que se sentía. Recordaba algo dentro de él, entrando y saliendo de una manera que lo volvía loco, una sensación única, que le daba un placer inmenso. Hyunjin no pudo evitar masturbarse, su mano subiendo y bajando, recordando la sensación de estar lleno. Era un placer que nunca antes había sentido en su vida, nunca se imaginó abajo, pero espera que haya sido de las mejores sensaciones, y a juzgar por el dolor, de seguro si lo fue. Iba aumentando de velocidad, recordando únicamente la sensación y eso era muy frustrante, el quería recordar aunque sea un poco de como se veia Jeongin, del placer que sus embestidas deben haberle provocado, de como suenan sus gemidos, de todo.

Hyunjin no pudo con esas imágenes mentales de Jeongin, se sentía al borde del orgasmo, y se sentía increíble. Hyunjin nunca había acostumbrado a masturbarse, y cuando lo hacía era siempre pensando en Mina. Pero, pensando en Jeongin, era algo completamente diferente, era... Muchisimo más placentero.

Hyunjin se corrió, jadeando el nombre de Jeongin, y manchando su mano y su camisa mal abotonada. Vaya mierda, estoy enfermo.

Jeongin me ha hecho algo, y me va a volver loco muy pronto.

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Llegó otro día de instituto, y Hyunjin llegó buscando a Jeongin, de nuevo. La verdad es que desde ese día no habia podido dejar de pensar en él, y en lo que sea que hubieran hecho. Solo necesitaba hablar con él, necesitaba aclarar sus dudas y saber si Jeongin recordaba algo de lo sucedido.

Pero Mina lo interceptó mas rápido.

-Hyunjin, buenos días. No había sabido nada de ti desde el viernes, me alegra saber que estás bien.-Mina abrazó a Hyunjin.

-Lo siento Mina, tengo que hacer algo ahora. Hablamos luego.

-Déjame adivinar.

Ay dios, ahí va de nuevo.

-¿Buscas a Jeongin?

-Eso no te incumbe Mina, tengo mis asuntos.

-¡Claro que me incumbe Hyunjin, soy tu novia! Una relación tiene que ser a base de comunicación y confianza, ¿Por que rompes eso?

-¡Ya basta Mina, te he repetido mil veces que no puedes controlar mis acciones, es mi vida!

-Está bien, ve a buscar a Jeongin. Pero si te veo a menos de 1 metro de él, tu y yo terminamos, Hyunjin.

El rostro de Hyunjin cambió por completo, se puso demasiado pálido.

-Mina, no tienes que hacer eso...

-Un metro Hyunjin, un metro.