Compromisos

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Harry había tenido todo planeado desde hace meses. Lo había hablado con Hermione y con Ron para este gran paso, y aunque Hermione no estaba de acuerdo, Ron estaba ilusionado con la idea, tener a Harry como cuñado. Serían hermanos políticamente.

A Hermione le hubiera gustado la idea de no ser porque sentía que Harry estaba siendo presionado por Ginny para aquel gran paso, con tan solo 23 años.

Pero Harry no lo había visto como la gran cosa, de todas formas él estaba seguro de estar enamorado de Ginny, ya se había hecho la idea de formar parte de la familia Weasley políticamente, y formar una familia con Ginny. Estaba todo muy bien.

El problema, el gran problema se dio cuando fue la fiesta de ceremonia de Ginevra y Harry; él estaba seguro de no haber invitado a Draco Malfoy, estaba 100% seguro que no estaba en la lista de invitados y todo porque Draco Lucius Malfoy Black, fue su primer amor.

—Ginny, cariño— llamo Harry con la copa en mano a su novia.

Ginny estaba luciendo un espectacular vestido plateado y el cabello lo tenía sujetado en un moño muy elegante.

—¿si cariño?

—¿Tu has invitado a Malfoy?—preguntó

Ginny miró en la dirección que estaba viendo Harry, Draco estaba al lado de la castaña de ojos azules, Astoria Greengrass, la hermana menor de Daphne, compañera de equipo de quidditch.

—Oh sí, lo olvide— dice riendo— Malfoy y Astoria son pareja, su hermana mayor es Daphnee, mi amiga, la conoces.

Harry recordaba a Daphnee Greengrass, alta, ojos azules, guapa muy guapa podía admitir y sobre todo rubia.

—Aunque no creí necesario decirlo, digo, tu enemistad con Malfoy fue hace años, durante la escuela, ya todos somos unos adultos.

Y Harry lo comprobó cuando Hermione y Ron se acercaron a Malfoy y su pareja, ambos conversaban y reían. Draco se volteó y lo miró, su mirada plateada penetrante hizo que Harry temblara ligeramente.

—¿estás bien?—preguntó Ginny a su lado— ¿Harry?

—estoy bien...—susurro y miro a su ahora novia— creo que necesito aire nada más, es demasiada gente...

Ginny asintió y la mirada de la chica se dirigió a un lado de la de él, y pedía a todos los santos y magos que sea cualquiera menos el rubio.

—Buenas noches—saludó Draco— Potter

La voz de Draco hizo que Harry tragó pesado, se giró y lo miro, Draco era solo dos dedos más alto que él. Y tan guapo como lo recordaba de Hogwarts.

—Malfoy

—Hola Draco, veo que has venido con Tory—saludo Ginny con una sonrisa

—así es—afirmo el rubio —felicidades por su compromiso—añadió con una sonrisa de lado

—Gracias espero tu tampoco te tardes con Astoria, se ven muy enamorados

Pero Harry no podía decir nada, la garganta se le había secado, sentia que no podia respirar, se estaba asfixiando en aquel lugar, el tan solo pensar que Draco podría casarse con Astoria le enfermaba

—¿Harry?—preguntó Ginny preocupada—estas palido...

—¿Potter?¿estás bien?

Harry asintió rápidamente, se disculpó y a pasos torpes salió casi corriendo del lugar hasta los jardines. ¿cómo podía estar pasándole eso ahora? Hace años no se sentía tan débil ante Draco y quería creer que Draco había olvidado el beso que le dio cuando la guerra estalló. Pero en ese momento ya no tenía nada que perder, quizá moria quizá no y solo se arriesgó.

El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora