Capítulo 21.

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Semanas después.

Zoe

Cuando el doctor me dio de alta unas semanas atrás tuve que acostumbrarme a muchas cosas, comenzando por no saber si mi memoria de los cinco años que perdí volverían, acostumbrarme a que tenía un perro que me intimidaba y un compañero impuesto o no, que no iba a dejarme sola.

No he vuelto a tinturar mis raíces de negro y el contraste de color es bastante poco atractivo, pero aún estoy en la disyuntiva de cuál Zoe soy. La Zoe de diecisiete años que ha decidido aparecer de forma natural en estas semanas o la Zoe de casi veintitrés que decidió que su cabello platino no la representaba.

¿Seré alguna de ellas?

No lo sé.

Cuando vi a Shadow por primera vez él estaba eufórico y yo bastante aterrada, creo que eso lo ofendió bastante y decidió compartir solo con Jensen, algo de eso me molesto bastante y nuestra comunicación volvió a ser la misma que antes o eso me dijo Kaia antes de volver a Kreiz. Nosotros nos quedamos aquí por mis chequeos constantes, pero mentiría si dijese que este lugar no se siente como casa también.

Kaia también me hablo de mi nueva relación con Jensen, me costó entender que la Zoe adulta pudiese haberlo perdonado porque el último recuerdo que tengo de él no es nada grato y si su rostro se me hubiese cruzado habría estampado su cara contra la gruesa nieve de Kreiz.

Respiro el aire puro que me brinda la gran propiedad y meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta de plumas. Acaricio el pelaje negro de Shadow y memorizo las partes donde acepta que le den cariño, un pequeño gruñido me avisa donde no debo tocar, es bastante exigente.

—¿Siempre fuiste así?— le pregunto sabiendo que no recibiré una respuesta de su parte.

Escucho los pasos de Jensen en el interior de la casa y sé que ha salido de su despacho, lleva días en reuniones virtuales con personas que he preferido no preguntar, después de todo todavía no entiendo mucho de nuestra relación.

La puerta corrediza es abierta y se queda en el marco viendo como Shadow y yo estamos sentados en el piso de madera.

—Está nevando, no le hace bien a ninguno de los dos estar ahí— nos regaña y volteo los ojos sin mirarlo.

¿Cuándo se convirtió en mi padre?

—No sé si lo sabes Jensen, pero Shadow es un lobo, este es su clima natural.

—Pero no el tuyo y debes tomarte los medicamentos que te dejo el doctor.

—La verdad me siento bastante en mi ambiente con este clima y no, decidí dejar de tomar las pastillas, el doctor dijo que eran para el dolor pero ya no lo siento.

—¿Cómo está tu cabeza?— noto preocupación en su voz.

—En el mismo sitio de siempre.

—Zoe— me advierte y mi mente ríe.

—Estoy bien Jensen, si tengo algún problema puedo resolverlo sola.

Escucho su respiración agitada. No ha sido fácil la convivencia entre nosotros, existe un deseo creciente tanto sexual como asesino de mi parte y sé que mi actitud lo tiene al límite.

—Vendrá Amelia hoy.

Cuando esas palabras salen de su boca es la primera vez que lo miro, mi cabeza da un giro tan brusco que me da un tirón en el cuello.

—Creo que fui clara contigo cuando te dije que no quería ver más a esa doctora— mantengo un tono de voz calmado.

—Lo fuiste, sin embargo, te pedí una razón para despedirla y no me la diste así que seguirás en tratamiento con ella.

Témpano [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora