Jamás he logrado decifrar si las personas que logran ponerle fin a su vida, son más valientes o cobardes. En ocasiones creo que son valientes, lograr ponerle fin a esos sentimientos negativos que te rodean a diario, no cualquiera puede. Pero, también pienso que es de cobardes no seguir intentándolo.
Tal vez son las dos, tal vez son más valientes que cobardes. Pero, luego, estoy yo, que sin importar qué, me siento un ser cobarde, porque estoy aquí poniendo mil excusas para seguir intentándolo.
Pienso, ¿sirve de algo? Sigo postergando lo inevitable, sigo haciendo crecer ese vacío. De todas formas, ¿vale la pena el esfuerzo?