Percy lo conoció cuando apenas tenía once años.
Harry tenía trece, los acontecimientos ocurridos después del escape de Sirius Black estaban por todos lados.
Su madre había pensado en enviarlo a Ilvermorny, estaría cerca de casa, mucho más fácil. Sin duda. Pero ella deseaba que su hijo asistiera a Hogwarts, como ella no pudo.
Harry era un jugador de Quidditch, pertenecía a Gryffindor (Percy terminó en Hufflepuff) y era muy, muy lindo.
Percy se enamoró a primera vista. Le habló a su madre de él en casi todas sus cartas, hasta que un día comenzó a ser amigo del mayor.
Se había emocionado tanto.
Segundo año pasó, Harry fue seleccionado para participar en el torneo, ¡fueron juntos al baile de navidad! Percy estaba feliz.
Ese verano, las cosas cambiaron.
Se enteró de que era un semidiós, el peso de atender ambos mundos fue muy difícil, pero fue igual de impresionante encontrar a Harry jugando con varios niños de la cabaña siete, ¡al parecer su padre divino era Apolo!
Percy asintió para sí mismo, Harry sonreía como el sol, por supuesto que tenía que ser hijo de Apolo.
Harry tenía el don de la profecía, también.
Al parecer había esperado su llegada desde hacía años, al parecer...
Él era un hijo de Poseidón.
Harry le palmeó la cabeza, todo sonrisas suaves y alentadoras. Lo esperó con los brazos abiertos cuando volvió de su misión, lo consoló cuando Luke casi lo mata.
Harry estuvo ahí, a pesar de tener su propio dolor, sus propias penas.
Harry pensó más en él de lo que debería. Harry también merecía prestar atención a sí mismo. Percy entendía que no era tan importante, así que podía prescindir de cuidarlo.
Él se mantendría a salvo para que Harry pudiese cuidar de sí mismo.
Harry no lo hizo.
Siguió vigilando sus comidas, cuidando sus heridas y sonriéndole cuando se encontraba triste.
Ese verano lo llevo a una nueva misión, mientras que Harry atendía asuntos que no quería mencionarle, Percy aceptó aquello, Harry merecía su privacidad.
Harry se encontraba mal.
Percy lo sentía en su corazón, pero no dijo nada.
Si Harry no quería decirle, si Harry no estaba listo... Percy entendía.
Durante el invierno volvió a casa con su madre, no se sintió correcto, pero ahí estaba.
Se acurrucó con ella, pero de todos modos terminó en una misión en la que no quería estar (no al inicio).
Salvó a Annabeth, perdió a Bianca. Perdió a Nico.
Perdió muchas cosas, pero volvió a Hogwarts para sentir el abrazo de Harry.
Harry tenía algo en su mano, una herida.
"No debo decir mentiras".
Harry nunca mentiría.
Harry era capaz de muchas cosas, pero jamás de mentir.
Besó a Harry en la mejilla, besó su herida.
Tomó su mano suavemente, dejó que el agua helada curara cada rastro de carne viva.
Harry le sonrió cálidamente, como recordaba.
Harry siempre tuvo una sonrisa de sol.
El callejón Diagon fue atacado, las cosas no iban bien en el campamento mestizo.
Percy tuvo otra misión, Harry se quedó en Inglaterra.
Percy casi muere. Annabeth le robó su primer beso. No estaba feliz, tampoco disgustado.Sólo sabía que ese beso le pertenecía a Harry, como cada parte de él.
Cuando lo volvió a ver, Harry no estaba bien, de nuevo.
Lo besó en los labios y lo abrazó por mucho tiempo, Harry no dijo nada.
Como siempre.
Percy "salvó" el Olimpo y Harry no estaba por ningún lado. Percy no tuvo permitido volver a Hogwarts ese año, pero aún así se fue.
Harry...
Harry era el indeseable número uno.
Percy ansiaba tanto verlo.
Protegerlo.
Curar sus heridas.
Y entonces volvió.
Harry estaba ahí.
¿Lo estaba?
No.
¿Harry estaba...?
Harry estaba muerto.
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Una sonrisa [oneshot]
FanfictionOne shot Percy Jackson es un mago nacido de muggles, asiste al colegio Hogwarts a la edad de once años, deseando conocer todo lo que hay para conocer. Harry Potter tenía una linda sonrisa. 17.04.2022