1.2 El profesor atento

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Recoge sus cosas y carga el bolso en su hombro. Hace puchero, pensando en cómo fue su día. Nadie podía creerse que estaba aquí. Debió suponer que pasaría, aun así, tuvo la esperanza que tratándose de un colegio americano en su estructura, iba a ser menos fuerte el impacto.

Todos los profesores lo vieron con tal escepticismo y casi desprecio que fue odioso. Se acomoda un mechón de cabello y camina hacia la salida. Tiene que llamar a un taxi para ir a casa. No tiene muchas ganas de caminar. Se da cuenta que no muy lejos está Taehyung. Avanza dando largos saltos, poniéndose a su lado.

—Hola, me dijeron que eres Kim Tae-Hyung ¿Cierto?

—Sí.

—Uh... Eh... ¿Hola?

Taehyung se lo queda mirando ¿Qué con ese saludo tan espontaneo e incómodo? ¿Se supone que debe saber algo? A falta de reacción Jimin cierra la mano y aprieta los labios. Esto es problemático.

—Err. Claro... Soy Jimin y... ¿Quisieras que fuéramos a comer? —propone apretando el bolso. Taehyung continua sin dar respuesta. Palpa su pantalón y saca una tarjeta para dársela a Taehyung—. Hablar un poco más y-

—No estoy interesado.

Taehyung pasa de largo y Jimin queda ahogado por lo maleducado y cortante del oso. Taehyung llega a su auto y sube, ignorando por completo lo que acaba de hacer. Se marcha sin dar un vistazo atrás o siquiera preocuparse por el asunto. Jimin aprieta la tarjeta en sus manos y baja la mirada junto a sus orejas, abochornado.

Eso estuvo horrible... simplemente, horrible.

~ * * * ~

—No se supone que hayan Ragdolls de profesores. Eso no es posible siquiera.

—Ay Yoongi que necio y odioso eres.

—Es la realidad. Por algo no está permitido. No sé ni siquiera como el director lo permitió.

— ¿Tú quñe crees?

Taehyung levanta la mirada de su comida. En la sala de profesores es imposible no enterrase de los chismes que van y vienen. Los profesores de instituto son mucho peores que los de primaria en ese aspecto. No se callan jamás. Mastica un par de veces más antes de tragar y dar un gesto incomodo.

—No lo sé. No me interesa en realidad—responde Taehyung recostado en la silla—. Dudo que Seokjin-nim se arriesgue a contratar a alguien sin permiso para enseñar. Es muy grave.

—Sigue siendo un Ragdoll. Es imposible que tenga el permiso. —replica Yoongi.

—Es pos-

— ¡Buenas tardes!

El silencio cunde en la sala al mismo tiempo que Jimin entra saludando en voz alta. Lleva un collar grueso que impide ver su nuca y al mismo tiempo, su olor es considerablemente más bajo, no impide que use el mismo de ayer con un cascabel y hoy porta algunos aretes en las orejas felinas. Ninguno se dio cuenta de él hasta ahora, evidenciando la utilidad de la prenda para Omegas. Jimin lleva una bolsa de tela en cada mano.

—Buen provecho. Quería darles esto. Es un pequeño regalo de mi parte.

Saca de las bolsas envases de plástico transparente con varios dulces en su interior. Todos evidentemente frescos y encantadores. Pasa uno a uno entregándolo o dejándolo en el escritorio de quien no se encuentre en la sala. Hoseok chilla y sonríe emocionado de recibir el suyo.

Yoongi lo toma con escepticismo y Taehyung por no hacer una escena fastidiosa, lo toma también. Jimin le sonríe amplio, moviendo la cola en un ondeo constante y sus orejas ligeramente caídas. Una vez se queda sin nada se encamina a la salida.

Fluffy  선생님 || VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora