BAD BOYS 1 A MIL POR HORA一JJK一+ 21

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─ ¿Que se te ofrece ahora, querido Kim?.. ─ preguntó Yoongi al que recién iba llegando una noche más a su bar solo y parecía algo estresando.

─Por ahora solo ver, quiero despejar mi mente... ─ respondió liberando la corbata que aprisionaba el cuello de su camisa en señal de estrés aquel joven Kim.

─Día difícil... ─ más que una pregunta fue una afirmación al ver el estado en el que el joven estaba ─ bueno te dejo solo... ─ Taehyung de nuevo había perdido el control en uno de sus trabajos a causa de un pequeño error de cálculo, había tenido que ordenar la muerte de alguien y eso siempre lo dejaba en mal estado anímico.

─Dime que estas solo... ─ unas manos suaves y delicadas ahora tapaban los ojos del recién llegado, la voz era suave, delicada y sensual, Taehyung sabía perfectamente de quién se trataba.

─Ahora ya no... Vas a acompañarme, ¿verdad? ─ preguntó Kim atrayéndola sobre él, para capturar sus labios.

─Mm... ─ Los labios del joven eran demandantes, hambrientos y ese beso cargado de placer y deseo fue la antesala para que aquella mujer de silueta delicada, cintura pequeña, pechos abultados, glúteos firmes y grandes y con aquel pequeño vestido azul de satín subiera a horcajadas sobre él.

Estaban en la zona privada, nadie podía entrar y los hombres que protegían a Taehyung también hacían seguridad por lo que Taehyung no se midió para comenzar a meter su mano bajo el vestido y subirlo, aparto su pequeña prenda íntima y empezó a rozar la intimidad de la mujer.

─ ¿Esto querías? ¿Min te dijo que yo estaba aquí? ─ preguntó Kim a la mujer mientras lamia uno de sus senos sin dejar de masajear sus pliegues vaginales.

─T... Te vi llegar... ─respondió entre jadeos la mujer.

Este solo sonrió, disfrutaba cuando esa joven se prestaba para ser su diversión, liberó su excitado miembro y sin importarle nada más comenzó a empalarla ansioso y sin delicadeza, rudo, los gemidos y ella solo indicaban la brusquedad de las acciones de Kim, pero él era así siempre, siempre había alguien que pagaba las culpas de otros cuando sacaba su ira.

Pero aquella mujer estaba tan acostumbrada a ser tratada de ese modo por él que jamás se quejaba y en muchas ocasiones lo disfrutaba como ahora, cada embestida era más enérgicas y las mordidas en su piel más fuertes, dejando más marcas, entre tanto la hizo acabar sobre él, no le importó ensuciar su ropa cuando segundos después él también terminó llegando al orgasmo.

Ella le sirvió unas copas de la botella que ya tenía Taehyung sobre su mesa, aquel pequeño rincón de alguna manera le había sacado el estrés ahora solo quedaba beber como solía hacerlo en otras ocasiones. Pero todo parecía que le estaba afectando más de lo normal, su cuerpo estaba perdiendo la batalla contra el alcohol o eso era lo que él creía.

Taehyung llegó a un estado de somnolencia en la que sólo logró escuchar un ─es él, está aquí... ─eso lo hizo alertar sus sentidos y de cierto modo defender pues le dio un puñetazo a la chica que la dejó inconsciente y él trató de salir como pudo. La mujer estaba reportando su presencia a alguien más a través del teléfono y tenía que huir.

─G... me han descubierto, estoy saliendo pero estoy mareado... ayúdame por favor ─ dijo buscando salir por la puerta trasera. Trataba de no llamar demasiado la atención pese a sus piernas no eran muy capaces de sostenerlo y solo las paredes le estaban sirviendo de sostén.

En la oficina, Jeon hablaba con Min sobre las finanzas producto de la última noche de carreras y ambos se sentían tranquilos porque cada vez la deuda era menor.

Él menor se despidió y salió por la puerta trasera pero encontró a alguien ahí que vomitaba, luego de eso trato de incorporarse pero estuvo a punto de caer de nuevo ─¡Oye! Tranquilo ven... ─ dijo sosteniéndolo pero su sorpresa ver su rostro, era Taehyung y parecía necesitar ayuda.

─Sácame de aquí por favor.... vienen por mí.... ─terminó de decir aquello cuando disparos empezaron a sonar dentro del lugar, era verdad, venían por él.

Pronto Jeon lo subió a la moto y partieron rumbo a la casa del bosque gracias a las indicaciones del perseguido, Jeon ya no sabía que pensar y que podrían haberle hecho a Taehyung quién siempre había sido amable, lo único que se le llegó a la mente fue algún pleito por alguna chica del bar, pero entonces conectó, ¿porque no pidió ir a su casa? no podía ser que sus suposiciones fueran ciertas.

Al llegar al lugar lo confirmó, había esculturas de bisontes por todos lados, pero lo más importante, el lugar era enorme y muy sofisticado, había millones invertidos en aquel lugar, la mano cayendo de Taehyung lo sacó de sus perseguidores cuando por fin perdió el conocimiento, estaba pálido y débil.

Al llegar fue ayudado por Top y Daesung, lo llevaron hasta la recamara y dejaron a Jeon en la sala, no lo iban a dejar ir así como así, tenían explicaciones que rendir y más si llegaba con él máximo líder en tan deplorable estado aunque sabían la batalla campal que se había desatado en el bar aún tenían cosas que aclarar.

Horas más tarde y luego de esperar sin tener ninguna noticia, Daesung bajó y lo llevó a la habitación de Taehyung, este estaba sobre su cama sosteniendo una taza de té con ambas manos sobre su regazo.

─Lo sabes ahora... ─ dijo mientras tenía el rostro inclinado con la mirada en dirección a la cama.

─Tenía mis sospechas pero después de verte con Jimin y las chicas pensé que yo estaba en un error... ─respondió Kook inmóvil frente a la cama ─Vas a asesinarme, ¿verdad? ─ cuestionó Jeon luego de recordar las palabras de Min.

─Jeon Jungkook, has estado en el lugar equivocado y momento equivocado muchas veces, al igual que Any cuando tú la encontraste, pero esta vez fue diferente porque te superaste... sí fueras uno de mi hombres, esa mala fortuna que te cargas ya habría acabado contigo desde antes... tengo que pensar en lo que haré, de momento vas a quedarte aquí, por la mañana te diré que va pasar ─ habló de modo analítico mientras Jungkook ponía toda su atención.

Estaba en una posición realmente incómoda en la que su vida dependía de los pensamientos y análisis de ese hombre frente a él, quién iba a decidir si volvía a ver un día más.