Lo que el viento se llevó

Capítulo 1

Si os tengo que contar una cosa, es que odio madrugar, es lo que más odio en la vida yo creo. Y menos con la alarma del "Iphone" de verdad que es insoportable. Pero es lo que toca ahora, despertarse. Y no es lo que más me apetezca ahora mismo, se está muy bien en la cama metida, pero bueno. Hoy es 1 de septiembre, eso quiere decir que hoy tengo el primer día de instituto, segundo de bachillerato, el año que viene acabo el instituto. Quien lo iba a decir. El tiempo ha pasado volando. Después de estar aquí metida cinco años, uno no es casi nada. Así que a comerse el mundo.

Hoy no hace muy buen día que digamos, está el cielo grisáceo, y hace muchísimo viento. Odio el mal tiempo, pero el aire en especial es lo que menos me gusta. Todos los malos acontecimientos de mi vida han sucedido cuando hacía viento. Osea que no me atrae muy buenos recuerdos que digamos.

Mi madre hoy ha tenido turno de noche, osea que ahora debe de estar durmiendo. Primero de todo me dirigí al lavabo para darme una ducha bien calentita, con el mal tiempo que hacía me apetecía muchísimo. Cuando salí de la ducha me puse la ropa que llevaría hoy. Iba a llevar unos vaqueros de color azul y una sudadera azul oscura básica, y para complementar mis converse de corte alto negras.

Al vestirme bajé a la cocina y le di los buenos días a mi perro Tuski. Y seguidamente me fui a la cocina a hacerme el desayuno. Como tenía tiempo me decidí por hacer unas tortitas de plátano y avena. Me puse música en el altavoz de la cocina, no muy alta para no molestar a mi madre. Me quedé observando como se hacía lentamente la tortita en la sartén, era muy relajante.

Cuando ya acabé de hacérmelas, mientras esperaba a que se enfriasen un poco me hice un café calentito con leche un chorrito de sirope de caramelo. Entonces me senté en la isla de mármol de mi cocina para desayunar. Mientras desayunaba me puse a ver instagram. No veía nada muy interesante, pero por lo menos me entretenía mientras desayunaba.

Cuando acabé de desayunar dejé el plato y la taza en el fregadero para fregarlo más tarde cuando volviese del instituto. Fui al baño para lavarme los dientes y luego al ver que eran las 7:20 me quedaban 10 minutos hasta que el bus llegase a mi casa, me puse a ver un poco de tiktok tumbada en la cama. 

Mientras, pensaba en todo. Siempre he sido mucho de pensar, es decir, mi mente está activa al 100% desde que me despierto hasta que me duermo, estoy todo el rato pensando en todo, pero sobretodo pensaba en mi futuro. Siempre he tenido muy claro de que quería hacer medicina para poder salvar vidas, es mi real pasión, y sé que yo lo podía conseguir. 

Minutos después bajé hacia la puerta de mi casa con la mochila colgada en un brazo, me puse un abrigo, ya que hacía bastante frío, y salí de mi casa. El bus llegó al instante y me subí, pasé mi abono y me fui a sentar donde siempre. No sé por qué pero tenía un mal presentimiento para el día de hoy. 

Y estaba en lo cierto, hoy iba a ser el peor día de mi vida.