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Finalmente había llegado el comienzo de semana, donde todos debían entrar a sus clases nuevamente después de estar sábado y domingo en un día libre. Doyoung estaba mirando con ojos demandantes a Jaehyun, quien estaba sosteniendo su cabeza con una de sus grandes manos, apoyado en una de las mesas del aula vacía.

—¿Seguro que no quieres ir a casa? Has vomitado toda la mañana —Kim habló.

—No, no. Hace poco me tomé una pastilla para el mareo y dolor de cabeza, no hay problema.

Doyoung suspiró suavemente mientras se cruzaba de brazos, viendo al menor como si se tratara de una madre que está regañando a su hijo.

—Iré a buscarte agua, no te muevas —Kim salió del lugar y fue hasta su propia aula. Siempre tenía una botella con agua por si ocasiones así ocurrían; un Jaehyun con resaca los días lunes por haber ido a una fiesta no era nada nuevo ni de otro mundo.

Caminó silenciosamente y a paso ligero, cuando sintió que alguien lo empujaba de frente. Se giró para ver a la persona mientras tocaba su pecho –donde le habían hecho fuerza–, y grata fue su sorpresa al ver un papelito pegado en su camisa escolar.

"Maricón" y había una banderita de todos los colores.

Mierda.

Kim arrugó el papelito mientras sentía sus mejillas arder; él no era homosexual, no. No lo era. Solo que Jaehyun hacía sus hormonas confundirse... Desde pequeño... Hace trece años atrás, sí. Era eso.

Caminó hasta su puesto y tomó la botella de agua rápido para luego salir prácticamente corriendo, asustado, hasta el aula vacía donde estaba Jaehyun. Al entrar no vio solamente a Jung, sino también a Chaeyoung consigo. Su corazón se detuvo y retrocedió levemente al ver a Chaeyoung mirándolo como si quisiera matarlo.

—Aquí está el agua.. —Kim se la extendió a su dongsaeng, quien rápidamente la aceptó. —Si quieren los dejo un momento solos, yo.. No hay problema para mí —sonrió sin ganas de una sonrisa sincera y salió del aula sintiendo una presión en su corazón, ¿por qué no podía aceptar desde ya que le gustaba Jaehyun? Cierto, porque si lo aceptaba iría corriendo a los brazos de Jung y se le confesaría... Lo cual terminaría en un rechazo total.

—¡Doyoung! —Jisoo apareció corriendo detrás del pelinegro. Este se giró y sonrió al ver quién era. —¿Cómo está? ¿Cómo le fue con Jaehyun?

—Bien... Y no tan bien. Estaba con Chaeyoung cuando me desaparecí un momento para buscarle agua —se alzó de hombros y ambos comenzaron a caminar por el recinto estudiantil. —¿Cómo te ha ido con Chaeyoung?

—Ella sigue insistiendo en que consiga novio —la fémina se alzó de hombros y suspiró rendida. —Ella sabe que me gusta.

—¿Sí? —Doyoung sonrió algo más feliz que antes. —¿Que te dijo? Al menos sientes con un peso menos encima, ¿n-no?

Jisoo negó con su cabeza un par de veces mientras sentía su cabeza doler. Se sentía bastante mal por Kim y por ella, ¿por qué la vida en sí les tenía cosas tan malas preparadas? Solo esperaba que todo aquello diera frutos algún día en un futuro, al menos una experiencia de vida nueva para nunca más caer en la misma situación.

—Chaeyoung piensa que te gusta Jaehyun.

Kim mordió su labio inferior y comenzó a unir hilos rojos en el plano de su cabeza, dándose cuenta que ahora todo cuadraba. Por ello el chico que le había pegado un papel, por ello Chaeyoung lo había mirado tan mal... Mierda.

—Y-Yo, ¿y si se lo dice a Jaehyun? —inquiere, totalmente nervioso e impaciente. —No quiero ver a Jae nunca más en la vida, no, no, no. —moriría de vergüenza, miedo y tristeza.

Jisoo guardó silencio mientras pensaba en algo. No sabía en qué pensar para ayudar aquella situación desoladora que ambos estaban viviendo; Chaeyoung la obligaba a conseguir novio para liberarse de ella en el ámbito amoroso y Doyoung moría de nervios para que Jaehyun no se diera cuenta de lo que sentía, por miedo al rechazo, suponía ella.

—Finjamos que somos novios —la fémina habló y Kim la miró en blanco.

B O Y S? [JAEDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora