Omega hermoso|| OS-Ziall

Parte unica

Su suave pelaje se movía mientras iba corriendo hacia sus padres. Era invierno y sus patas se congelaban bajo la suave nieve que caía poco a poco, tapando el verde del jardín. Su madre gritaba mientras le tendía una suave toalla para que se acurrucara en ella. Él se acomodó y dejó que su madre lo limpiara. La omega estaba más que enojada con él por salir con el frío que hacía.

Se encogió en su lugar volviendo a su forma humana y entró rápidamente a su casa. Su padre lo veía con cierta gracia desde el fondo de la sala. Entró directamente a su habitación a cambiarse aun escuchando los gritos de su madre en el fondo. Agarro un buzo color negro y un cárdigan azul como sus ojos y se los puso. Corrió a ponerse sus botas negras antes de bajar y encontrar a sus padres ya listos para salir.

- Te resfriarás si sigues saliendo con el frío que hace omega. - Decía su padre acariciando su cabello rubio.

- Mami, ¿me harás chocolate en la tarde? - pidió sin hacer caso al Alfa.

- Nini, tu padre tiene razón. Ahora vámonos que es tarde.

Los tres se dirigieron al coche del alfa y emprendieron su camino hacia el lujoso restaurante.

Al llegar el omega se emocionó al ver el lugar. Techos altos y llenos de lujos, tal como a él le gustaba. No era que fuera un chico material, no, todo lo contrario, según él, era más de aprovechar lo que tengo.

Sus padres eran dueños de unos de los bancos más solicitados del país, pero él no era el heredero, sino su hermano mayor, Greg Horan. Alfa exitoso que tenía una omega preciosa y que dentro de poco tendría su primer hijo. A él le gustaba más la moda. Ser modelo le apasionaba más que estudiar empresariales como su hermano.

Se sentaron en una gran mesa un poco apartada de todo el ruido y comenzaron a pedir sus alimentos.

- Niall, ya tienes 17 años amor, y aún no has decidido que estudiaras. - dijo su madre mientras él movía sus piernas, ya que no alcanzaba el suelo. - Nos dijiste que querías estudiar moda la última vez, pero sabes que aún no nos has dicho nada más y estamos preocupados por ti amor.

Sus padres últimamente le hablaban mucho sobre el futuro. El omega no estaba entusiasmado por ello, porque él solo quería estar con ellos y ya. Pero ya había visto su futuro mucho más ordenado desde que lo aceptaron en una academia muy solicitada, aun sin pedir plaza.

- Mami, me han aceptado en la academia de moda aun sin pedir plaza. Me parece bien aceptar y entrar en unos meses. ¿Tú qué opinas papi? - decía él mirando al alfa con una sonrisa en su cara.

Su comida llegó a la mesa mientras ellos seguían hablando de los estudios del omega. Estaban pidiendo el postre cuando un hermoso alfa moreno entró por la puerta. Sus suaves pestañas se movían por todo el lugar buscando una camarera para que le dijera un lugar. El omega no podía despegar la vista del alfa, seguía con su mirada cada movimiento, cada gesto y cada cosa que hacía.

- Omega, hueles a excitación. - le dijo su madre en un susurro. - tu celo está a punto de llegar, hay que irse.

Él asintió y se levantaron del lugar para irse. Al pasar al lado del alfa de ojos cafés de antes, este se deleitó del suave olor que desprendía el omega: caramelo.

Rápidamente, se acercó al chico sujetando su mano. Quería más de ese omega. Lo quería todo.

Niall se removió y soltó su mano de las del alfa. El tacto había sido como una corriente eléctrica para él. Sus padres iban entrando al coche cuando le tocó entrar. Su madre lo miró preocupada y le acarició la mejilla.

- Vamos nini. Cuando más tardemos más va a doler.

Su padre arrancó el coche y salieron del sitio. El alfa moreno se quedó parado sin poder moverse del sitio cuando una joven camarera se acercó a él.