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<Pov. Narrador>
1679
La neblina dejaba poco a la vista de la noche, las botas manchadas de lodo y tierra, los grillos cantando bajo la desolada noche en el bosque. Y la pala enterrarse para salir con tierra, una y otra vez, cavando sobre la tierra removida.
Las gotas de sudor bajando por el rubio cabello de Seokjin, entre jadeos quitando la pala de tierra, haciendo un hoyo hasta llegar a su destino.
Una mano emergió de la tierra y el rubio removió la tierra.
--Joder, que cansancio –Se quejo Seokjin limpiando el sudor de su frente—Cuidado por donde iras a salir de aquí, Taehyung. —
--¿Puedes ayudarme, Hyung? –Estiro la mano entre la tierra intentando salir por completo—
Seokjin suspiro antes de agarrar de su muñeca y con fuerza sacar a Taehyung de su propia sepultura.
--Aish, tenían que sepultarte tan profundo... –Se quejo viendo como el castaño sacudía su elegante capa negra—
--Iu~ ¡Que asco! ¡Tengo tierra en la boca! –Escupió haciendo que Seokjin frunciera el ceño por su torpeza— Debí usar magia –
--Te hubieran visto –Regaño Seokjin—
Un joven de cabello negro y piel blanca, tan pálida como la leche estaba sentado a un lado con los brazos cruzados, viendo a los estúpidos hermanos.
--Debiste ayudar al menos, Suga –Bufo Taehyung viendo al chico, quien movió sus orejas de gato—
--¡¿Por qué debería ayudar a un idiota que me asesino?! –Gruño el gato viendo al castaño quien sonrió inocente—
--Oh~ ¿Qué quieres decir con eso, Suga? – Jugueteo el castaño--
--No tenias que llevar las cosas tan lejos, Taehyung—Regaño Seokjin—
--¿Qué más podía hacer? Dijiste que te gustaba ese chico – Taehyung respondió--
Seokjin bufo golpeando a su hermano menor en la cabeza antes de revolver su cabello.
--Aun no tienes ni trecientos años y eres todo un dramático –Se burlo Seokjin viendo al castaño—No importa ya, vete. Los ciudadanos pronto vendrán –
--No lo harán –Afirmo el niño de un solo brazo a un lado de los árboles— Están teniendo un banquete para celebrar el haberse deshecho de ti. —
Seokjin fue el primero en reaccionar, una daga blanca se ilumino sobre su mano y lo siguiente que el niño sintió fue el fuerte agarre de su cuello evitando que pudiera respira.
Los ojos azules brillantes de Seokjin eran nuevos, ocho veces más fríos que los verduscos de Taehyung y Jungkook tembló bajo ellos.
--Oye... Cálmate... --Musito el niño como pudo, levantando la mano en inocencia—
