La vida es un sube y baja, un estar en las estrellas brillando sobre todos o ser una estrella de mar en lo profundo pero cada paso que damos hacia delante o hacía atrás parece alterar el orden de nuestro destino, aún más si decides volar a otro continente sin avisar a nadie, sin dejar rastro.
Les contaré un poco de Harry Styles, italiano, alto, ojos verdes, tatuajes por doquier y pinturas de cada cosa que sus ojos llegaban a ver, pero eso es solo un poco detrás de toda la historia de vivir 27 años.
Llegó a Cancún huyendo de todo o tal vez buscando algo, la verdad es que solo él sabía lo que pasaba en su mente por esos momentos y con un español dominado de tres estrellas pensó que sería suficiente para al menos quince días, sabía pedir comida, presentarse, entre otras cosas, también sabía conquistar con su carisma a cada persona que lo conociera pero es que eso ni siquiera tuvo que aprender, simplemente se nace con ello.
Rentó una habitación por varios días, uno con una linda vista al mar y con una cocina enorme, aún sabiendo que probablemente no cocinaría, desde ahí podía ver a todos, corriendo, nadando, simplemente existiendo, el primer día decidió pintar desde su balcón, por atrás anotó "pura felicità" y dejó su cuadro a lado del balcón.
Antes del atardecer bajó, se adentró hasta sentir el agua tocar sus rodillas, miró a los lados, observando como todos sonreían como si hubieran descubierto que el agua era la fuente de la felicidad. Saliendo tropezó con alguien pero antes de poder disculparse ya solo podía ver la silueta de la persona corriendo hacía los hoteles, notó un collar de conchas con un pequeño dije de sol sobre sus pies, se agachó a tomarlo y lo puso dentro de su short.
Regresaba a su habitación apenas la luna se mostraba en el cielo, intentó dormir cuando empezó a escuchar demasiado ruido en la parte de arriba, trato de ignorarlo pero no pudo era demasiado solo un oso invernando podría descansar con eso. Subió al siguiente piso, en el momento en que el elevador abrió sus puertas vió a una señora limpiando el piso con audífonos, le hizo señas pero ella seguía sin reaccionar así que se puso en cunclillas, la señora pronto le sonrió.
-Buenas noches joven, ¿Necesita algo?- dijo retirándose los audífonos.
-¿Por qué tanto ruido?- dijo mientras la señora lo miraba confundida.
-Creí que usted era otro amigo más- Es por la fiesta, pero lamento decirle que si viene acá por qué usted no puede dormir, es imposible que el ruido se detenga.
-¿Yo amigo de quién?¿Y quién se cree ese tipo?- dijo Harry cruzando los brazos.
-Amigo del joven Louis, es el hijo de los dueños de estos hoteles, tenía pinta de ser amigo de él.
-No creo poder ser amigo de alguien tan irrespetuoso y ruidoso, muchas gracias por su ayuda.
Avanzó hasta la puerta de dónde venía el ruido y tocó, una vez, después otras cinco, alguien abrió la puerta para salir pero ignoró su presencia y entró. Había demasiada gente y unas luces que cambiaban de color que parecían estarlo dejando ciego, la gente lo empujó hasta que terminó cayendo sobre un joven que estaba bebiendo, derramó la bebida sobre la playera blanca de Harry.
-Lo siento, todos parecen estar locos, como si fuera la gran cosa estar aquí ¿No lo crees? Ven acompáñame yo te ayudo- dijo el joven tomando a Harry del brazo.
Harry no entendía que estaba pasando y cómo todos parecían tratarlo con tanta confianza, como si lo conocieran de hace años, vió al joven tomarlo del brazo hasta que subieron las escaleras del penthouse, le empezaba a dar miedo, el joven abrió la puerta de una habitación y entró, Harry se quedó parado mirando.
-¿Qué esperas? Entra, no muerdo, bueno a veces pero en estos momentos no- dijo mientras Harry seguía afuera- ¿no hablas español? ¿Don't you speak Spanish? Entra pues te voy a dar una playera limpia.
Harry entró aún más confundido viendo como el chico de ojos azules buscaba en el clóset una playera, lo vió sacar una verde con letras blancas.
-Toma esa, ya no la uso, sirve que combina con tus ojos, eres rarito, ¿no hablas? Perdón hablo mucho.
-Mi nombre es Harry, Harry Styles, vengo de Italia por Semana Santa, estaba intentando dormir pero había mucho ruido y no pude.
-Hola, Jarrito mi nombre es Louis ¿Te molesta que te diga Jarrito? Aquí venden un refresco llamado así, prueba el de piña, seguro te gustará, sigo hablando mucho solo ponte la playera y te veo abajo.
Harry vió salir a Louis de la habitación cerrando la puerta detrás de él, se cambió de playera y salió directo a la puerta en lo mínimo le interesaba seguir otro minuto más ahí, necesitaba dormir, eso necesitaba. Cuando llegó a su habitación sacó un bote de pastillas de la maleta y negó con la cabeza antes de tomarlas, después solo se acostó en la cama y se fue a dormir aún con todo el ruido.
Al día siguiente mientras estaba dormido escuchaba a lo lejos una puerta tocar, así que se levantó, sin ánimos sin sentirse bien y con unas ojeras bajo los ojos abrió la puerta era un trabajador que llevaba una mesita con un desayuno tamaño familiar.
-Buenos días disculpe, yo no pedí esto- dijo para terminar siendo ignorado, el empleado ya había salido.
Intentó llamar a servicio a la habitación pero nadie contestaba, se asomó a la mesita, si bien venía de vacaciones pero no tenía el dinero para darse tantos lujos todos los días. Miró que había un papelito junto a las flores de la mesa así que lo tomó y abrió con cuidado.
Para el chico que no habla:
"Perdón por no dejarte dormir anoche"
Atte: L.No entendía si era costumbre del país ser tan amable o por qué aquel chico había mandado eso, tal vez pensaba envenenarlo o algo, Harry era muy desconfiado pero le empezaba a dar hambre, coloco la mesita frente a su cama y tomó un pedazo de la comida, estaba realmente deliciosa así que siguió hasta que no había nada más, de verdad había comido demasiado así que tomó una ducha para bajar y caminar.
Cuando se estaba vistiendo miró el collar de conchas que se había encontrado así que se lo colocó, le parecía lindo.
Cuando salió tomo el elevador al entrar había una chica ahí que le sonrió.
-Hola me llamo Rebeca, ¿Y tú? -Harry le sonrió de nuevo.
-Harry, Harry Styles.
-Mucho gusto Harry, ¿No eres el chico al que le tiraron la bebida encima?- Harry asintió- ¿Quieres un recorrido por la playa?
Harry asintió mientras las puertas del elevador se volvian a abrir y la chica sacaba un radio de su bolsa.
Nota de yop:)
Me tomó mucho hacer el primer capítulo por qué es cuando decido que rumbo tomará la historia, espero que les guste:)