ODIO QUE NO TE ODIO

Volviste

¿Qué pasaría si después de horas y meses de terapia, el primer y mayor motivo que te llevó ahí apareciera delante de tu puerta?

Un golpe bajo y duro de esquivar, bueno en resumidas cuentas esto me sucedió a mi ayer.

Me desperté como cualquier sábado normal, después de tomar un largo baño salí a comprar mi pan de cada día, un subway, cumple con la regla de las tres B, bueno, bonito y barato.

Toda la tarde transcurrió con normalidad, mis días libres del trabajo eran fatalmente aburridos, normalmente un día como este saldría a cenar con mis amigos, pero desde que varios de ellos tienen pareja se han centrado más en ello, y el restante debe de estar rindiendo los últimos días de clases antes de unas cortas vacaciones, gracias a que soy una alumna ejemplar soy libre de escuela desde hace unos días, en el mejor de los casos, en este momento estaría cenando con mi muy posible futuro esposo Dani, porque muy posible, bien, mis padres, familia y amigos creen que es mi mejor opción, igual no es como que haya más, pero sí la más viable, Dani es el típico prospecto de pareja perfecto, para nada celoso, hay excelente comunicación, confianza, su familia me adora, nuestros padres son amigos, comprensivo, empático, mis amigas lo adoran... En fin, un sin fin de cualidades que muchos quisieran tener.

Realmente al inicio nuestra situación fue confusa, al principio sí sentí la sugerencia de mis padres por salir con él más como un tipo de presión por el bien de mi futuro, pero conforme iba pasando el tiempo con él, me di cuenta que le tome un cariño enorme, y llegue a quererlo inigualablemente, ahora solo estoy esperando a que me haga la propuesta de ser su novia oficialmente, ya que frente a la sociedad tenemos evidentemente una relación no solo de amistad.

El punto es que hoy Dani tenía una cena muy importante con un administrativo de su universidad, así que tocó pasar mi único día a la semana encerrada en el departamento que mis papas rentaron para mi, con el fin que yo les demostrara que podría sobrevivir una semana viviendo sola. Todo surgió desde que les plantee la idea de ir a un intercambio escolar, como cualquier tipo de padres histéricos se negaron alegando que no puedo vivir separada de mi madre, pero ya puedo decir que he sobrevivido un mes fuera de casa, aunque realmente es una farsa, ya que el edificio de departamentos está a una cuadra de mi casa, cualquier incidente no previsto y corro a los brazos de mis padres, se que me recibirán con los brazos abiertos, pero sobre todo con burlas, no les daré el gusto de verme volver, al menos hasta que me corran del cine donde trabajo y no pueda pagar mis gastos.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos golpeteos en la puerta de la entrada, seguido de el sonido del timbre insistentemente

—Quién toca así la puerta de una persona decente, la educación es primor...—

Okay, no esperaba encontrarme con esto, mucho menos justo en este momento de mi vida donde todo iba perfectamente bien

—Hola— ¿Hola? ¿¡Hola!? ¿Esto es lo que dice una persona después de romperle el corazón a otra? —Perdón por llegar así sin avisar Pam, trate de llevar a Manu a su casa, pero estaban sus papas, y en esta condición no es conveniente que lo vean así — habló antes de ser interrumpido, ese maldito diminutivo de mi nombre, escucharlo después de dos años fue volver en el tiempo.

Mi mirada molesta que hasta el momento se centraba en él, viajó hasta el cuerpo de mi primo a su lado, sonriente y desorbitado, no podía mantenerse dentro de su propio eje mientras cantaba una cancioncita de niños con voz bajita

Sin decir nada más, me hice aun lado, dándole permiso para arrastrar consigo a mi primo adentro

Hasta ese momento me percate de mi apariencia, mi cabello rojo detenido detrás de mi cabeza con una pinza para el pelo, una playera gigante que le robe a mi hermano como recuerdo antes que se fuera a la universidad en Houston y un pantalón de pijama una talla más que la mía, la tomé prestada de la habitación que decidimos acondicionar mi mejor amiga Kari y yo, en vista que pasaba más tiempo aquí que en su propia casa.