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Un flash tras otro.
El sonido de la cámara al tomar la imagen.
La elegancia en su mejor representación.
Una pose tras otra con movimientos tan sublimes que no te dejan quitar la mirada sobre ellos. Esta es la sesión fotográfica para la revista Vanity, en la cual los chicos son participes a modelar las mejores prendas de ropa bajo las tenues luces de los reflectores.
Ya al haber concluido las fotografías en grupo, ahora tendrán que tomar sus fotografías individuales. Los chicos se lucen en las tomas y poses tan gráciles que hacen. Casi todos han terminado con sus secciones, solo faltaría un miembro para finalizar con la sesión.
El último es Jungwon, los demás miembros se han ido ya a sus camerinos a quitarse el maquillaje y ropa para irse a descansar.
todos a excepción de Jay.
Él prefiere quedarse y esperar pacientemente a que su amado Jungwon termine las secciones para así irse los dos a descansar juntos.
Jay ve a Jungwon ingresar por una esquina del set con lo que es su primer vestuario, junto a él viene la asistente de vestuario y maquillaje, dando por comenzada su sesión de fotos.
Jay que observa cada pose y movimiento, mirá con intensidad como Jungwon se va cuando la asistente le susurra al oído y regresa vistiendo otro atuendo diferente, y así seguidamente. En su opinión, al joven le sientan espectacular todos y cada uno de ellos.
Todo tranquilo hasta que el fotógrafo le dice que están por concluir con la sesión, solo faltaría un atuendo.
Jay algo impaciente se da cuenta que su chico está tardando un poco en ingresar al set, pero al momento de dirigir su mirada por donde lo vió por última vez, lo ve venir con un saco blanco con estampados azules claros de tiro largo que lo cubre completamente desde sus hombros hasta sus pies.
La curiosidad se genera al ver un traje tan grande sobre su chico, pero se va al momento en que ve a Jungwon posicionarse a la mitad del set frente a los reflectores y cámara, así un nuevo sentimiento florece dentro de él.
Jungwon, que se encontraba acomodando su vestimenta, viste una camisa blanca de medio brazo acompañada con una falda de cinturilla del mismo diseño que el saco que se quitó, la falda es de tablones y corta.
la forma en la que la trae puesta hace que su cintura sea protagonista junto a sus piernas envueltas en unas medias de red que se amoldan perfectamente a sus suaves y torneadas piernas. Su piel bajo los reflectores luce brillante y llamativa, tanto así que Jay cree lo está invitando a mandar todo a la mierda y follarlo ahí mismo.
La excitación que le hierve la sangre lo sorprende. No creía tener ese fetiche, ellos eran bastante activos sexualmente, su chico era un provocador de primera y él era un ser humano débil que no se puede resistir, habían practicado distintas posiciones, algo de juegos de rol y mucho del dirty talk, pero jamás trajes y menos de mujer de manera sexual.
