everlasting | sano manjiro

i. no way in hell

   
    
   
i. de ninguna manera, ni muerto

Patadas, golpes despiadados, lo que fuera. Era tan solo un domingo normal para la Tokyo Manji. Tan jóvenes como eran, los adolescentes nunca podrían dejar de tener enormes e imprudentes peleas. Especialmente con Moebius.

Habían llegado a tal punto en que Pah, uno de los miembros fundadores y un inspirador capitán de división, había sido encarcelado. Desmontando por completo la estructura de ToMan.

Llevando al presidente y al vicepresidente de la banda a enfrentarse entre sí. Pero tranquilos, porque Takemichi, nuestro «héroe llorón», logró resolver el conflicto entre ambos haciendo que ahora se encuentren en la residencia Sano pero... siempre hay un pero, Draken no podía simplemente dejar de pensar en eso: "Mikey, no somos lo suficientemente fuertes para vencer a Moebius. Ellos tienen la ventaja tanto en poder como en número." Draken apoyó la barbilla en la palma de su mano. "Tan solo la pelea de iniciación llevó a la pandilla a la ruina."

El codo de Mikey descansaba sobre su rodilla mientras le miraba con ojos entrecerrados. "¿Qué estás tratando de decir?" Mikey preguntó, no queriendo admitir que lo que acababa de predecir  Draken podría ser cierto.

Draken abrió la boca por un corto segundo, pero la cerró meditando. Finalmente suspirando dijo, "Lo que estoy tratando de decir es que... deberíamos llamarla." aconsejó Draken.

Mikey agrandó los ojos pero eso terminó muy rápido. En su lugar, una mirada de muerte lo reemplazó. Takemichi, por otro lado, se mantuvo asombrado, mirando a los contundentes ojos de Draken y a los de Mikey, quienes inmediatamente rechazaron esa sugerencia. "¿Llamarla? ¿A quién?" preguntó Takemichi con un tono tranquilo.

Mikey se sentó furioso y puso su brazo en la superficie entre su muslo y su cadera. "Aquí está tu respuesta:" Mikey golpeó su mano en la mesa, "De ninguna manera, ni muerto."

Draken puso los ojos en blanco y enderezó su postura, mirando al otro lado de la habitación mientras corría su lengua a través de sus dientes. Takemichi estaba tan confundido como siempre, "¿Quién es ella?"

El infantil presidente cruzó los brazos y cerró los ojos como señal de protesta haciendo que Draken suspirara exasperado por eso, "Ella es la persona más joven en recibir el primer lugar en un torneo de Artes Marciales. Ella, líder de la pandilla Sohaya. Ella, amiga de la infancia de Mikey." Draken explicó con un toque burlón.

Las palmas de Mikey golpearon fuertemente la mesa frente a la persona que trataba de burlarse de él sin parar. "NO menciones eso o que me ayude Dios no vivirás para saber quién ganó." dijo dramáticamente, ante todo el monólogo sobre su amiga de la infancia. Su dedo apuntando amenazadoramente el despreocupado rostro de Draken dando a entender que la amenaza no había sido nada.

"Estás siendo muy irrazonable sobre esto, Mikey. ¿Acaso no quieres que nuestra pandilla sobreviva?" Draken preguntó, pero luego desvío su mirada pensando. "... ¿Al menos para esta pelea?"

Takemichi inclinó la cabeza al presenciar el amargo odio que Mikey tenía hacia esta persona que aún no conocía. "¿Qué tiene de bueno la líder de Sohaya? ¿Cómo ayudará?" preguntó con curiosidad.

"ESE es un muy buen punto Takemitchy, gracias." Mikey miró fijamente a Draken. "¿Realmente necesitamos a esa bruja?"

Draken cubrió la cara de Mikey con su mano, callándolo, "La pandilla de _____ cuenta con tan solo siete miembros femeninos y, aún así, logró dominar a ocho pandillas con incontables miembros, todos mayores que ella." Draken explicó a Takemichi para una mejor comprensión.

La mitad de Takemichi quería admitir que era bastante impresionante, pero la otra mitad quería deshacerse de la mirada amenazante que Mikey le estaba enviando. "Wow." soltó y luego abrió mucho más los ojos. "Eso es.. wow."

"¿Wow? ¿Te estás oponiendo a mí, Takemitchy?" Mikey alzó las manos en señal de rendición. "Genial, creí conocerte pero veo que no." se burló.

Está claro el cuanto odia a la líder de Sohaya, ¿verdad?

"Ella vive justo a tu lado," Draken dijo con incredulidad. "Es literalmente tu vecina y aún así sigues diciéndole mierda."

"No hables de ella." respondió severamente. "¿Cuál es el problema? Podríamos elegir a cualquiera menos a ella. Solo estás insistiendo porque quieres que deje de odiarla. ¿Pero sabes qué?, ¡Sorpresa! Maduré. No soy lo suficientemente infantil como para preocuparme por algo que sucedió hace 3 años."

Draken entrecerró los ojos ante el repentino cambio de mentalidad. "Oh, ¿entonces no te importa si yo, no sé, me acerco a ella y le pregunto yo mismo?" se puso de pie y comenzó a caminar hacia la ventana.

"Ken-chin." Mikey se puso de pie lentamente para igualar el ritmo de Draken. Burlándose de lo lentas que eran sus acciones, por lo que la espera solo angustió a Mikey. "Ken-chin, idiota, no."

A pesar de los pedidos de Mikey, Draken abrió la ventana y miró por ella. "Ahora, todo lo que necesitamos es esperar hasta que podamos verla— ah." una sonrisa creció en su rostro, "Ahí está."

Mikey inmediatamente se lanzó hacia el ante sus palabras. "Estás mintiendo." dijo con incredulidad, golpeó a Draken para comprobar si era real o no. Y de hecho era real —para su consternación. "No."

Takemichi caminó hacia la ventana para ver a quién odiaba tanto y ella parecía una persona inofensiva. ¿Por qué la odiaba? definitivamente se lo cuestionó en este punto. "¡Hey, _____!" Draken llamó.

Takemichi vio como la chica trataba de buscar la voz que decía su nombre. Sus ojos aterrizaron en la ventana de la habitación de Mikey, sorprendentemente. "¡Oh, Draken!" ella le saludó con entusiasmo pero comenzó a detenerse cuando notó a la persona que la miraba con enojo. "Mikey."

Sus ojos brillaban tanto que podrían iluminar a quien los mirara pero Mikey apretó su mandíbula furiosamente. Se alejó y se sentó, su cabeza cayendo a sus manos. "Mátenme, mátenme ahora."