Contra instinto 🖤OS-YoonMin🖤

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Yoongi siempre supo que Jimin era su compañero. Lo supo desde el momento en que su hermanito lo presentó como su nuevo amigo, lo supo cuando su mismo hermano le reclamó por sus constantes malos tratos hacia el humano y, lo más importante, seguía siendo consciente del lazo que los unía el día que el alegre rubio llegó oliendo a emoción y a otro alfa.

Otro alfa.

Un cambiaformas alfa que no era Yoongi, que no era Jungkook, el único otro alfa al que Min permitía cercanía con su compañero solo por la confianza con su hermano. Entonces, no era el olor de Jungkook el que rodeaba a su compañero, era un olor a madera fresca y libro nuevo, junto con un ligero aroma a café que opacaba el suave y embriagador aroma a mandarinas que su compañero tenía.

No solo un alfa desconocido había marcado con su olor a su precioso humano, sino que también su picante esencia había ocultado el dulce aroma natural del adorable rubio. Colérico era el estado de ánimo que Min tenía en este instante.

¿Era ese alfa la razón por la cual su pequeño lo evitaba?

Hombros amplios, espalda recta, mandíbula marcada, ceño fruncido y fosas nasales dilatadas,  en clara postura de ataque; fue eso con lo que se topó el pequeño Park al entrar a la casa de su mejor amigo. Su estado de alerta y pánico solo pudo empeorar cuando vio de quien era el aura tan sombría, su Hyung se encontraba viéndolo fijamente con los ojos bañados en furia.

Y aunque Park Jimin era consciente de los sentimientos negativos que causaba en el mayor de los Min, aunque sabía que desde el minuto uno en aquella casa que este lo despreciaba y  notaba la tensión en cada cruce de miradas, aunque Jimin sufría y sentía su corazón doler cada vez que pisaba esa casa y era consciente de su imposible amor,  a pesar de todo eso y como todo un cliché, había caído por el atractivo shifter de pantera, hermano mayor de su mejor amigo y a cambio solo obtuvo el desprecio del mismo. Lo amaba tanto que dolía, y es que entre todas esas malas caras y los gruñidos de gatito enojón, en el fondo conocía lo dulce que podía ser su Hyung y era lo único que le importaba.

Pese que el Min más pequeño trataba de hacer todo lo posible para crear encuentros entre la pareja, el Min mayor seguía reacio a la unión y eso lo orillaba a usar todo su auto control para no saltar sobre el adorable chico, reclamar a su compañero y formar el lazo que los uniría oficialmente para toda la vida, así que era más fácil ignorarlo o actuar malhumorado frente al humano, porque a ojos del mayor Park solo era un niño que no entendía ni jamás podría entender lo que acarreaba el ser pareja de un shifter.

– Apestas –fue lo primero que el alfa dijo en tono despectivo.

–L-lo siento Hyung, aún no-no encuentro algo que pueda quitar mi olor –contestó cabizbajo, sus manos temblando y el olor a miedo saliendo de sus poros.

–No es tu aroma natural el que me molesta –respondió con la mandíbula a apretada, jamás le molestaría la dulce fragancia de su compañero –Hay algo más, otro olor de mierda que no es tuyo, ¿con quién estuviste? –Casi rugió, su animal molesto ante la amenaza de otro macho.

El humano, confundido y extrañado levantó la mirada, olvidando el aspecto aterrador de su mayor, frunció el ceño ante la confusión por las palabras del contrario. Alzó suavemente el cuello de su suéter para olfatear ligeramente en busca del "olor desagradable", lo mismo hizo con su manga encontrando nada, solo el aroma del suavizante que solía utilizar siempre, nada nuevo. ¿Será que su Hyung ahora odia el aroma a primavera floral?

–No tengo otro aroma, Hyu-

No alcanzó a terminar la frase, su justificación quedó interrumpida al ser acorralado contra la puerta de entrada, el alfa tenía una mirada indescifrable como si lo estuviera juzgando duramente y eso le hacía temblar las piernas. Maldijo los super sentidos de los de su especie pues seguramente el azabache ahora podía escuchar su alocado corazón.