Me siento en la cafetería a esperar a mi amigo Carlos. Quedamos, como cada lunes, en juntarnos para desayunar antes de entrar a clases. Los demás días no podemos desayunar juntos porque mis clases empiezan muy temprano y cuando salgo a comer algo él tiene que entrar a las suyas.
Llevo unos cinco minutos cuando logro verlo entrar con su característico estilo de chico malo. Pantalón de mezclilla negro, playera negra y una chaqueta de cuero del mismo color. A pesar de su estilo extravagante, no es lo que parece, es un chico algo tímido y muy buena persona. Carlos es muy atractivo, tiene una piel pálida, un rostro encantador, unos ojos castaños y ese pelo ondulado que enamorarían a cualquier chica... menos a mi, claro.
Nos conocemos desde que iniciamos la universidad el mismo año. Estudia lo mismo que yo y desde entonces nos hemos vuelto mejores amigos.
-Ahí está mi pequeña traviesa-. Me dice al llegar a la mesa donde me encuentro esperando, sentándose a la vez.
-Estás de muy buen humor hoy-. le sonrío con picardía -¿Te soñaste conmigo anoche?
-Ya quisieras- finge una cara de asco y agrega-. Invité a Sofía a salir y me dijo que si- puse los ojos en blanco y lo miré divertida.
-Dime ¿por qué te diría que no?- me burlo y agrego -tienes a un montón de chicas detrás de ti, bobo.
-¿Estás celosa?- menea las cejas de arriba a abajo varias veces de una manera cómica y me carcajeo.
-Ya quisieras- uso sus mismas palabras anteriores-. Me refiero a que es obvio que te iba a decir que si, está que babea por ti. He visto como te mira toda embobada, así que tratala bien, Sofía es una buena muchacha.
-Suenas como mi mamá- blanquea los ojos- Claro que la trataré bien, ¿por quién me tomas?- dice indignado.
-Ya ya, no era para que te enojaras. Que dramático- lo miro con desaprobación y cambio de tema al recordar algo- Oye, Carlos... he estado pensando en hacer un viaje con los chicos. Tu podrías ir y si todo sale bien con Sofía, la puedes invitar también-. Lo miro esperando su respuesta.
Carlos me mira con los ojos entrecerrados mientras se mete unas papas fritas a la boca. Luego de unos segundos que me parecen una eternidad, traga y pregunta lentamente.
-¿Me estas pidiendo hacer una orgía?
No aguanto más y estallo en carcajadas. Tomo mi jugo de naranja dándole un sorbo y niego con la cabeza, divertida por la situación. Él continúa hablando.
-Oye, no es que sea de mente cerrada, pero por el momento no me apetece, prefiero disfrutar de una a la vez. La verdad no sé como puedes estar de novia con dos personas, si ya con uno es complicado...- me dice con la boca llena.
-No te estoy proponiendo hacer una orgía- me rio- solo es un viaje a la casa de verano de mi familia. Aún no les he dicho nada a Jake y Amelia, pero no se negarán cuando les diga, estoy segura.
-Si, te tratan como a una niña pequeña y mimada. ¡Oh, espera! Es lo que eres- me mira y se burla de mi al tiempo que le lanzo unas papas a la cara que logra esquivar fácilmente- ¿Y cuándo le piensas decir exactamente?
-Ya deja de decirme mimada- digo molesta- y no sé cuándo les diré, solo sé que lo haré. A parte ellos también necesitan un descanso de tanto trabajo, les estaría haciendo un favor.
Amelia y Jake son unas de las personas más importantes de mi vida, no sé que haría sin ellos. Sin embargo se la pasan trabajando demasiado y hay veces que llegan muy tarde a casa y no logro verlos hasta la noche del día siguiente.
-Jessi, te lo digo desde ahora. Es mejor que se los comentes con tiempo, sabes que tienen que pedir un permiso en el trabajo.
-¿Pedir permiso?- me río sarcásticamente- ¿si sabes que son sus propios jefes, verdad? Sólo están empeñados en auto-esclavizarse, no sé si esa palabra exista, pero es la idea. El punto es que...
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AVENTURA DE TRES
Short StoryJessica es una joven de 22 años de edad que casi culmina su carrera de odontología, se siente muy estresada, así que arma un viaje para salir de la rutina por 3 días con sus dos personas favoritas. Jake y Amelia, ambos de 25 años de edad, ya graduad...