uno

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para entender mejor la situación del pequeño sunoo y sus amigos debería contarles la historia desde el inicio

el comienzo de esta historia toma lugar en el hogar de nuestro protagonista, un viernes por la noche. estaba acostado con muchas mentiras sobre el, sus gatos durmiendo sobre toda su cama, mientras veía a través de una pantalla del celular a aquel guapo chico que hablaba de algún tema al azar, la verdad no escuchaba mucho de lo que decía pero era su culpa por tener esa cara que hacía de la cabeza de Kim un desorden de pensamientos nada sanos

hablando de pensamientos no sanos, el pequeño pueblo de mini sunoos que vivía en su cabeza tuvo un terremoto, un incendio y por último un tsunami, ninguno sobrevivió, todo por ver cómo el chico al otro lado de la llamada dejaba el aparato apoyado sobre algún objeto y se podía verlo salir de la habitación. con solo un pantalón. sin camisa. sin nada nadita.

por supuesto que sunoo lo ha visto hasta desnudo, pero el cuerpo de su novio había cambiado mucho desde la ultima vez, ¿que es lo que le ponen a la comida en Estados Unidos?

pudo ver perfectamente que ahora su abdomen estaba marcado y sus brazos más gruesos

oh dios, lo extrañaba muchísimo, se preguntaban si ahora su pecho se sentía más como una almohada que antes.

— ¿te paseas así por todos lados siempre? ¿a tu roommate no le molesta? — le pregunto cuando volvió al cuarto

— ¿es que no quieres que nadie me vea así, bebé? — bromeó con una sonrisa de lado y una ceja alzada

— como sea — puso los ojos en blanco pero en su rostro se formó una sonrisa que intentó ocultar con las frazadas que lo rodeaban

— a Mark no le molesta, aunque no es como que siempre estoy así, ahora es porque hace calor y estoy solo. ¡oh, mira! — acto seguido el mayor alzó a un felino pequeño frente a él de modo que su pareja pudiera verlo, supo que lo vio cuando oyó a sunoo soltar un gritito.

— ¡sunghoon! ¿Cómo no me dijiste que tenías un gatito? ¡oh por Dios, es tan lindo y pequeño!

— no es mío, es de mark, lo adopto hace unos días, tiene dos años

— es muy pequeñito

— ni tanto, los tuyos están muy gordos

— ¡park sunghoon!

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— y así fue que me peleé con la señora de la biblioteca

— no puedo creer que la insultaste, sunghoon, de verdad

—yo que iba a saber que también hablaba español, ademas ella me dijo que tengo pinta de vagabundo — acompaño su queja con un puchero el cual hizo sonreír a sunoo, sunghoon era un bebé gigante a veces

— ya, ya, es una tonta, no le hagas caso

su conversación fluyó de manera natural como siempre

— quiero morderte las mejillas, las tienes rojitas

— siempre las tengo rosas sunghoon

— y siempre las quiero morder

— animal, deja a mis mejillas en paz

— como tú digas baby boy

— no me digas baby boy

— tsk, aguafiestas

al final de cada una de sus llamadas terminaban en ellos molestándose y bromeando, pero les encantaba eso, se sentían tan feliz con el simple hecho de poder escuchar la voz del otro

— príncipe — llamó el mayor al contrario quien sólo hizo un ruido como confirmación de que lo escuchaba — te extraño

— yo también, sunghoon ¿si vendrás, cierto?

— lo haré, necesito conocer a hoonicito — hablo refiriéndose al último gato que adoptó el más joven — espera, ¿que hora es allá?

— casi las tres a.m

— lo siento, te mantuve despierto, ve a dormir

— no quiero

— mañana tienes que ir a la escuela

— no me importa, quiero hablar contigo

— luego hablaremos todo lo que quieras ¿si?

— bueno mamá

— adiós, te amo

— yo más, descansa

y ya siendo las tres de la mañana sunoo se fue a dormir sabiendo que mañana le gritaría al primero que me dirija la palabra todo por no dormir lo suficiente, pero no se arrepentía, hablar con sunghoon siempre era lo más importante para el.

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dios esta historia me pone demasiado soft

¡𝘔𝘐 𝘕𝘖𝘝𝘐𝘖 𝘌𝘚 𝘙𝘌𝘈𝘓! •SungSun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora