Lunes

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❝ Según Lisa, Jennie le debe veintiún besos queno le ha dado en toda la semana

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❝ Según Lisa, Jennie le debe veintiún besos que
no le ha dado en toda la semana. ❞

—¡Jennie-Ah! —gritó la rubia, corriendo entusiasmada hacia su amiga

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—¡Jennie-Ah! —gritó la rubia, corriendo entusiasmada hacia su amiga. Notó la pequeña sonrisa de la mayor.

—Ah, hola, Lis —saludó y, posteriormente, se sorprendió al sentir a la otra lanzarse a abrazarla, sin previo aviso.

Lisa la apretó con fuerza, sacándole un pequeño quejido, Jen solo rió y correspondió el abrazo.

—¡Te extrañé tanto, Nini! —enterró su rostro en el cuello de la mencionada, sollozando falsamente.

Logró escuchar la pequeña risa de Kim.

—Solo fueron dos días, idiota —la separó levemente de ella—. Deja de ser tan dramática.

—¿Acaso tu no me extrañaste? —e hizo un tierno puchero. Jennie rodó los ojos—. Yo soñé que me dabas un beso. Dámelo —cerró sus ojos y apuntó sus labios hacia la castaña, quien hizo una cara de disgusto.

—No —respondió sin más. Tomó sus brazos, la hizo soltarla y se volteó, dispuesta a irse, a lo que Lisa le dio una mirada ofendida con la boca abierta.

—¡Vamos! ¡No nos vimos en todo el fin de semana! ¡Un besito! —empezó a chillar.

Jennie rodó los ojos y se volteó, acercándose a la tailandesa, quien la miró emocionada y cerró sus ojos, pero se llevó gran decepción al sentir sus labios contra su mejilla.

—Ya. ¿Contenta? —Lisa frunció el ceño.

—¡Se supone que era en los labios! ¡En los labios! —apuntó estos con su dedo índice.

—Te di el beso, así que no tienes derecho a quejarte —dicho esto, giró y se encaminó para entrar al instituto.

Con un puchero, Lisa solo se le acercó y tomó su brazo para entrar juntas.

—¿Sigues molesta? —volteó hacia la menor, quien frunció sus labios y ceño para voltear la mirada, levantando el mentón—. ¿Segura de que no estás molesta? Debo tener tus manos marcadas en mi brazo.

—¿Ahora no quieres que te toque? —la soltó y se cruzó de brazos, con un gesto molesto.

Jennie rodó los ojos.

—No seas melodramática, Lisa. Relájate. ¿En serio pensabas que te iba a besar en los labios? —la miró y esta desvió la mirada, intentando mantenerse firme con su postura molesta, pero siendo delatada por un leve sonrojo.

—Igual me debes esa —murmuró, mirando al suelo, suavizando esa expresión molesta.

Jennie suspiró.

Besó dos de sus dedos y luego los pegó en los grandes labios de la rubia, quien se sobresaltó con un enorme sonrojo y su corazón latiendo a mil.

—¿Así estás más satisfecha? —una pequeña sonrisa se escapó de sus labios.

Lisa le tomó el brazo y se dispuso a seguir caminando a la cafetería.

—Tal vez.

Dos, ahora tenía en mente que Jennie le debía dos besos.

—¡Hey, Lis! —la mencionada y su acompañante se voltearon hacia donde venía la conocida voz.

—Ah, Rosé —la susodicha se abalanzó sobre la chica, abrazándola.

—Lalisa, hoy no viniste a hablarme durante el almuerzo —se separó sin soltar sus brazos y miró a Lisa con un puchero, que la hizo sonreír por lo tierna que era.

—Perdóname. Mañana iré —dijo—. Igual necesitaré de tus locuras para distraerme luego de la larga sesión de exámenes.

—¡Sí! Odié no poder hacer nada todo el fin de semana por andar estudiando y estudiando. ¡Tuve que hacerlo solo porque todas ustedes también estaban estudiando!

—Ya veía yo raro que estudiaras por tu cuenta —ambas rieron.

Una tercera presencia carraspeando, llama la atención de la tailandesa y neozelandesa.

—Hola a ti también, Park —saludó Jennie, sarcásticamente y levemente molesta por cómo ignoraban felizmente su presencia.

—¡Ah, Jennie-ah! —soltó a la más baja para luego abrazar a Kim, quien se negó, tomando sus hombros para detenerla.

—No, ya nada —miró a Lisa—. Ve con tu favorita.

—¿Celosa? —sus dos contrarias cuestionaron al mismo tiempo. Jennie frunció el ceño.

—¡Claro que no! Cualquiera se molesta si la ignoras así.

—¿Por quién crees? —cuestionó Rosé hacia la menor de las tres, ignorando completamente a Jennie.

—Por mí, obviamente. Me ama, no puede verme cerca de alguien más —alardeó, llevando su mano a su pecho.

—Por mí vete con quien quieras —Rosé retuvo una risa.

Lisa se acercó a la castaña y abrazó su brazo.

—¿Realmente querrías eso? —le estaba haciendo ojitos, Jennie intentó mantener contacto visual pero aquel tierno brillo en los ojos de la chica la hicieron desviar la mirada, molesta consigo misma.

—¿Qué importa? —no quería admitirlo, Lisa lo notó.

Lisa logró darle un beso en la comisura de sus labios, debido a que la coreana había presentido su presencia lo suficientemente rápido como para que no tocara directamente sus labios, cosa que la hizo fruncir el ceño, y a Rosé reír.

—Idiota —golpeó sus costillas y puchereó.

Esto es una adaptación, todos los créditos a 2Yeonista

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Esto es una adaptación, todos los créditos a 2Yeonista. ♡

21 besos; jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora