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Estaba en el bosque junto a Aiden, ambos estábamos recostados en el cofre del carro mirando las estrellas.

— ¿Ves esa estrella? —le pregunté apuntando una estrella.

— Claro que veo aquella brillosa— respondió Aiden dejando caricias en mi cabello.

— Es mi estrella favorita.

— ¿Por qué?

— Sonara tonto, pero tengo tan pocos recuerdos de mi infancia— conteste sonriendo nostálgica— Recuerdo a unos niños, tres para ser exactos, recuerdo que vivíamos en una casa en un bosque y la mayoría de las noches nos acostábamos en una manta para a ver las estrellas— solté un suspiro pesado— Y esa estrella la vi justo antes de que los Argent me adoptaran. Supongo que es el último recuerdo que tengo.

— Lamento no haberte contado sobre Deucalion, Lina— me respondió Aiden tensándose un poco.

— No es nada— conteste sin tomarle importancia.

— Si lo es— corrigió Aiden— Te lastime y te juro que quiero cambiar. Y sé que para eso necesito tu perdón.

— Esta bien, lo siento— dije alzando la cabeza logrando verlo a los ojos— Estoy tan acostumbrada a justificar cuando alguien me lástima que deje de tomarle importancia.

— Y eso está mal— dijo Aiden sonriendo un poco, parecía que estaba perdido en mis ojos— Alina tu eres demasiado para todos, debes aprender a valorarte.

— Gracias.

Aiden puso su mano en mi barbilla causando que no bajara la cabeza, Aiden miraba con intensidad mis labios.

— Lina, no sabes las ganas que tengo de besarte...

— ¿Porque no lo haces?

Eso fue como un permiso, Aiden se lanzo a mis labios logrando besarlos con intensidad. Le devolví el beso subiendo mi mano hasta llegar a su mejilla, eso hizo que el beso se hiciera un poco suave, Aiden me tomó de cintura y me subió a su regazo.

El beso era lento, disfrutando de cada segundo de él, y maldije la necesidad de respirar, provocando que me separara, pero que las manos de Aiden seguían en mi cintura.

— Porque no las bajas más— sugerí moviendo sus manos hasta mi trasero.

— No me tortures Lina— susurro Aiden y dio un apretón a mi trasero.

Esa fue mi señal para volver a besarlo de la misma manera, solo que ahora había más deseo entre ambos.

— Stiles— susurre alejándome de él para bajarme del cofre.

— ¿Enserio piensas en Stiles en estos momentos? ¿Debería preocuparme? Se supone que es Scott el verdadero rival.

— Stiles está en problemas. Vamos.

...

Rápidamente llegamos a la casa de Stiles, ambos pudimos notar que Lydia, Scott y Isaac se encontraban ahí.

— ¿Cómo lo supiste? —preguntó Scott mirándome.

— Lo sentí— contesté confundida.

— No preguntes. Es más confuso cuando preguntas— dijo Aiden evitando que hablaran.

— ¿Qué pasó aquí? —cuestione mirando como había una tijera llena de hilos rojos enterrada en su cama y los hilos estaban conectados con el tablero.

— El rojo es para casos no resueltos— explico Lydia.

— ¿Quizá piense que es parte de uno? —sugirió Aiden.

Afterglow | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora