5. Acercamientos

88 9 2
                                    

La mañana estaba despejada, y yo me sentía bastante despierta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana estaba despejada, y yo me sentía bastante despierta. Había dormido extrañamente bien, sin sueños o pesadillas que pudiesen atormentarme, las cosas parecían haber empezado a mejorar poco a poco.

Me encontraba preparando los platos del desayuno con Fritanga, ese era el trabajo que probaría ese día y la verdad me sentía entusiasmada al pensar que no requeriría mucho esfuerzo. Sin embargo, una parte de mí se sentía como un pato torpe que parecía tocar todo lo que no tenía que tocar. Fritanga había empezado a alterarse un poco cuando sin querer había derribado la montaña de sartenes que él mismo había amontonado. En el fondo estaba siendo comprensivo porque era mi primer día, pero empezaba a tener claro que Fritanga no me escogería para ayudarle en la cocina, definitivamente no.

Una sonrisa apareció en mis labios cuando vi aparecer al grupo de corredores. Ellos madrugaban más que el resto de los clarianos, exceptuando a Fritanga claro. El cocinero decía que ese era uno de los momentos más estresantes de día, pues los corredores siempre estaban hambrientos y trataban de robar comida de la cocina además de llevarse su comida de medio día.

Fui sirviendo la comida en platos y entregándosela a los corredores hasta que solo faltaban los dos guardianes.

—¡Buenos días, Fritanga! —la voz de Minho sonaba más alegre que de costumbre por lo que me sorprendí—. Buenos días, bella dama.

Minho hizo una reverencia exagerada y negué con la cabeza sin poder ocultar una mueca de diversión.

—Buenos días, Minho. ¿A qué se debe tanta alegría?

Comencé a preparar los platos de los dos corredores mientras esperaba su respuesta, la cual no tardó en llegar.

—Hoy es mi día libre, ¡al fin! 

—Esa es una gran noticia, Minho. Debe de ser muy agotador correr todos los días sin volver con nada nuevo —le sonreí burlona, retándole.

Había descubierto lo divertido que era retar a Minho, tenía muy mal perder y no sabía cuando cerrar la boca, nunca lo hacía.

Minho se apoyó en la barra con una sonrisa ladina y esperé paciente su contraataque.

—¿Qué opinas, Bella? ¿Crees que encontrarás al fin un trabajo que se te de bien después de una semana?

—¿Qué opinas, Minho? ¿Crees que encontrarás al fin la salida del laberinto después de tres años?

—Touche. Bella uno, Minho cero.

Miré a Fritanga con una sonrisa victoriosa y luego a Minho.

—La derrota duele, amigo mío.

Minho chasqueó la lengua y cogió su plato.

—Solo por esta vez. Hoy me tendrás a tu lado como buen amigo que soy —me sonrió falsamente y se giró hacia la mesa donde se encontraban los demás corredores, dejándonos a mí, a Fritanga y a Jungkook, el cual acababa de aparecer, solos.

Maze Runner [Jungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora