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Rose estaba en la puerta del baño esperando a que los de segundo dejasen de fumar, así podría volver a clase sin el apestoso olor que dejaba el tabaco. No noto cuando alguien se le acerco por la espalda.

- ¿Vas a entrar o te vas a quedar en la puerta lo que queda de hora?- preguntó alguien, aunque ella ya sabía perfectamente quien era. Rose se giró para encontrarse con él.
Oh, hola Hunter. -Hunter era el chico más guapo de todo el colegio, según Rose, solo que eso solo lo sabía ella, bueno, y puede que su mejor amiga, Scarlet, sospechase algo.- ¿Qué tal estás?- Hunter era de la clase de la mejor amiga de Rose, se conocían por ella y quedaban todos juntos, se podría decir que eran amigos, aunque no se tratasen así.
¿Vas a entrar o no? -y si se lo propone también el más insoportable-
Están fumando dentro -respondió Rose- no quiero salir oliendo a tabaco, me reñirían.
Te van a reñir igual -dijo Hunter con tono de risa-
¿Y por qué? -preguntó Rose-
Llevamos casi 5 minutos hablando, añádele el tiempo que lleves aquí. -dijo simple Hunter-
Mierda -susurró Rose, a lo que Hunter rió- ¿De que te ríes?-
-De tu cara de boba- respondió Hunter riendo, Hunter paro de reírse, se acercó a ella y le susurró al oído, ¡¿este chico era bipolar o algo?!- solo no hables y no les mires ¿ok?- dijo el.

Rose asintió y entraron al baño, era un baño enorme, casi como un aula,a la mitad había una pared con una puerta, daba a una parte del baño que nadie usaba, lo que significa no gente, no suciedad, no mal olor, no cosas rotas, hola tranquilidad. Cuando entraron Hunter la agarró de la mano y con un movimiento de cabeza saludó a los que estaban allí, Hunter se llevaba con todo el mundo, el era así, fuesen buenos o malos el los conocía. A todo esto, Rose estaba con la cabeza agachada y sonrojado porque su el le estaba agarrando de la mano, caminaba siguiendo a Hunter mientras intentaba no ahogarse con el humo del tabaco, que llenaba toda la habitación, Hunter abrió la puerta y cuando ella pasó la cerró, en ningún momento se habían soltado las manos.

-¿Vas a mear o no?- preguntó Hunter. Después de un corto silencio.
-¿De que conoces a esos chicos?- preguntó ella. Sin responder a su pregunta. Cuando Hunter iba a responder se oyó la puerta abrirse, Hunter acorraló a Rose en la pared y la abrazó, Rose entendió a la perfección porque y lo abrazó devuelta. Si no querían hablar con nadie solo tenían que hacer ver que estaban en un momento íntimo, allí nadie molesta si te ven así. Ninguno de los dos miro pero tampoco escuchaban la puerta cerrarse, Hunter empezó a dejar besos en el cuello de Rose, pero seguían sin escuchar la puerta cerrarse, para hacer el ruido un poco más notorio Hunter le hizo un chupetón a rose en el cuello, justo en la clavícula. Si Rose ya estaba sonrojada ahora lo estaba el triple, ahora si escucharon la puerta cerrarse, pero todavía no se separaron, y curiosamente, seguían agarrados de la mano. Cuando se separaron y Rose solo preguntó.

-¿Se va a notar mucho el chupetón?- a lo que Hunter rió.
-No creo, pero si se nota di que es mío, no te volverán a preguntar- respondió el, aún riéndose. Rose se sonrojó. -Bueno ¿Vas a near o no?- preguntó de nuevo Hunter.
-¿Delante tuya?- preguntó Rose, se me olvidó mencionar que el baño era de estos típicos para discapacitados.
-¿Por qué no?- preguntó el -De todas todas ya te veré desnuda algún día- siguió diciendo.
-Ja! ¿Y se puede saber porque me verías desnuda?- preguntó Rose, sorprendida.
-Oh vamos, si se que te encanto- respondió el, con tranquilidad.
-¡Eso es mentira!- respondió ella roja, a lo que el rió. Después de un pequeño silencio ella habló -Pero no mires eh- el solo rió y asintió mientras se daba la vuelta. Rose, con la mayor vergüenza que había en su cuerpo, se bajó el vaquero y se sentó en el baño, y en ningún momento dejó de mirar a Hunter, quería cerciorarse de que el no mirase. Cuando termino se limpio, se levantó y se limpió las manos, otra vez sonrojada. -Ya- susurro ella mientras le daba un leve toque en el brazo a Hunter.
-Ahora no mires tú- dijo el, a lo que ella solo asintió girándose. Se apoyó en la pared mientras pensaba en lo fácil que le era a Hunter hacer sus necesidades delante de otras personas y lo realmente difícil que le era a ella. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no noto cuando Hunter se acercó a ella y la abrazó por la cintura. -¿En que piensas?- preguntó el.
-¿Te has lavado las manos?- preguntó de vuelta ella. Cambiando de tema.
-Sí, solo que estabas tan concentrada pensando que no te has dado cuanta de lo que pasaba hasta que te he abrazado- y tenía razón, Rose estaba tan concentrada pensando que no se dio cuenta de nada de lo que pasaba a su alrededor en ningún momento, hasta que Hunter le abrazó, que por cierto, le encantaba, a los dos. -¿En qué pensabas?- preguntó el mientras le daba la vuelta para que le mirase.
-No es de tu incumbencia- respondió con simpleza Rose.
-Me encanta cuando usas ese tipo palabras- cambio de tema el.
-¿Que tipo de palabras?- preguntó extrañada ella.
-Esas, como incumbencia, son palabras que ya no se suelen usar, pero me encanta como suenan cuando salen de te boca.- respondió el acercándose un poco más a Rose, ella solo se sonrojó, por décimo cuarta vez en el día.
-Eres tonto- respondió Rose, mientras intentaba esconderse en el pecho de Hunter, el solo rió.
-Pero este tonto te encanta- respondió tranquilo mientras le daba un beso en la cabeza. En ese momento sonó el timbre -¿Vamos?- preguntó el mientras estiraba su mano esperando que ella la agarrase.
-Vamos- respondió ella mientras que agarraba su mano y abría la puerta.

Y al salir del baño eran dos conocidos que ni se dirigían la palabra, y solo las paredes eran testigos de su extraña relación, una la cual no podían descubrir los demás.

Lo que no se cuenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora