Desde que probé su boca, su sabor me quedó grabado en el paladar.
Sus labios húmedos tientan como a un niño con caramelos.
Me derrite cuando con su lengua recore mi cuello y oido, pero aun es mas excitante cuando del recorrido es mas largo y llega alugares inexplorados.
Todas las noches disfruto su gran potencial carnal, cuando con su boca besa apacionadamente tirados en la cama ella arriba mio y tomandome con sus manos mi rostro, mi mano en su falda.
Disfrutando mas el placer de los dos.
En el amanecer sus besos son mas intensos. Todos los dias espero y deseo su boca, y eso me hace feliz. Estar con la chica de los besos ricos.