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CAMILA

- ¿Podemos comprar eso? - Cameron señaló una caja de galletas

- claro - empujé el carrito de compras

- ¿Mami no se enojara?

- no creo - metí dos cajas de galletas

Seguí empujando el carrito entre los pasillos.

- mamá

- dime, bebé - metí algunas cosas que Lauren me pedía en la lista

- ¿Por qué no te quedas más tiempo?

Seguí empujando el carrito, con lentitud. Estaba a tres días de regresar de nuevo a mi trabajo.

Estaba cumpliendo mi promesa.

- quiero quedarme pero hay personas que necesitan mi ayuda

- eres un superhéroe

- podría decirse que si. Pero estaré más tiempo contigo y mami

- ¿Es una promesa?

- es una promesa

Metí algo de jabón al carrito, ya era lo último.

- mami se ve muy feliz. Antes no lo estaba ¿La amas mucho?

- la amo demasiado. Tanto como a ti

Iba camino a la pagar las cosas.

- también las amo a las dos

Dejaba las cosas con cuidado que no se resbalaran por mis guantes de cuero.

- ¿Podemos ir al parque mañana?

- claro que sí - le sonreí

Después de pagar, salí del establecimiento con con carrito de compras a mi coche.

Baje a Cameron del carrito, dándome un beso en su frente.

- meteré las bolsas - abrí la puerta para que entrara al coche

La ayude a subir y cerré la puerta.

Abrí el maletero para meter las bolsas de compras. Mire detrás mío, sintiendo una sensación extraña.

Cerré el maletero, mire a Cameron un momento y fui a dejar el carrito en su lugar.

Regrese rapido, por alguna razón, sentía que no tenía que dejar a Cameron sola.

Llegué a mi coche y entre viendo el retrovisor. Ella estaba mirando por la ventana, con su cinturón de seguridad puesto.

Encendí el coche, mirando a todos lados, esa sensación rara seguía.

Manejaba con calma, revisando a cada rato el retrovisor. La necesidad de ver que mi hija estuviera bien, era extraña.

Tal vez era por qué en unos días me tenía que ir.

Estacione el coche en la casa, bajando junto a Cameron.

Lauren salió con una sonrisa y harina en la cara.

Cameron entro con ella. Yo me encargue de meter cada bolsa del mandado. Revise una última vez a mi alrededor.

Mientras Lauren seguí cocinando, Cameron resolviendo una sopa de letras, yo acomodaba las compras.

Al momento de querer meter unas latas, mire la bolsita donde metí mis cosas...

Mordí mi labio con tentación.

El juego PerversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora