Suspire pesadamente, mientras sentía su mirada fija. No lo iba a mirar, los rumores decían que no lo haga, por mi propio bien, así que no lo hice. El timbre salvador toco, empecé a guardar mis cosas, pero mientras yo hacía eso, todo mis compañeros de habían ido, dejándome sola, o eso creía.
-Hola, cariñó- Dijo una voz ronca, detrás mío.
Maldecí por dentro y no conteste, guarde mucho más rápido mis cosas. Cuando iba a levantarme sentí como alguien tomaba mi muñeca.
-¿No te enseñaron los buenos modales?- Dijo riéndose burlonamente.
-H-o-la- Dijo bajando la mirada, mi cabello hizo una cortina entre los dos.
Luke tomo mi barbilla y hizo que lo mirase.
-Siempre a la cara, niña. Siempre mírame a la cara- Soltó mi barbilla e hizo que me parara.
-Pensé que no quería que te miraran- Intente sonar tranquila.Él volvió a reírse.
-Aw, sabes tanto de mi mi- Fingió emoción.Quiero irme en este mismo momento.
-Pero a veces, hay excepciones- Me sonrió- Y tú eres una de ellas- Tomo de mi cintura e hizo que me acercara más a él, podría decir que nuestro labios se rozaban, pero no, él era mucho más alto que yo, aunque, podía sentir sus latidos. Levante la vista y le sonreí de una manera tranquila.
Si quería hacerme daño, ya lo hubiera hecho.-Eres tan hermosa- Acaricio mi mejilla- Tan frágil, tan inocente, tan débil, como una muñeca de porcelana.
Rodeo mi cintura con sus brazos tatuados.
-Una lástima- Dijo lentamente.-¿Qué es una lástima?- Pregunte confundida.
-Que yo me haya enamorado de ti...