PARTE 1

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Volumen 1 (Parte 1)
“Oh, ha…”
Mi pecho estaba al límite y mi respiración progresivamente comienza a
fallar. Mi cuerpo estaba pesado y mi visión borrosa, miré la espalda del
chico que corría adelante mío tomando mi mano y apreté los dientes.
El chico, que parece mucho más pequeño que yo, trató de no soltar mi
mano sostenida por la suya más pequeña. El niño no podía con todo
solo, a pesar de que muchas veces se le aflojaron las piernas. Incluso
levantándome y sosteniéndome, fue difícil dar un paso más.
En medio de mi confusa mente, debido al efecto de las drogas, le dije
que lo dejara, pero el chico negó firmemente con la cabeza. Abrió la boca
y gritó algo, pero no pude entenderlo. Incluso pude escuchar el sonido de
los arbustos en el bosque oscuro o el llanto de los grillos y demás
insectos, pero por alguna razón no pude escuchar las palabras del niño.
El rostro del chico no lo pude reconocer debido a mi visión borrosa, y mis
oídos no capturaban el sonido de su voz como si hubieran perdido su
función. Lo único que pude reconocer fue un aroma ligero de feromonas
que pasaba por mis pulmones.
“¿Dónde está ese hijo de puta?”
“¡Encuéntralo rápido!”Las ásperas voces de los hombres provenían desde lejos. Ni siquiera
pude escuchar la voz del chico que anhelaba entender, pero ¿por qué las
voces de esos hombres eran tan claras para mí que logran que mi
espalda sufra de escalofríos?
De nuevo, mientras mi cuerpo se sacudía por la corrida, el chico me
estaba hablando.
Estaba exhausto y pensé que me caería en cualquier momento, pero
traté de leer los labios del niño para poder entender lo que me decía,
pero fue en vano. Cuando el chico casi cayó, nos arrastró por el suelo y
nos acercó a un árbol. El niño volvió a decir algo, tendido en medio de los
densos arbustos cercanos. Pude ver la boca del chico ligeramente
levantada a través de la visión borrosa.
Pronto el niño, dándome la espalda sin aviso, salió rápidamente desde el
arbusto y corrió.
“¡Ahí está!”
“¡Agarren a aquel crío!”
Las voces de los hombres que se escuchaban desde la distancia, ahora
se acercaban rápidamente y luego volvían a girar. Logré levantar del
suelo mi cuerpo sin fuerzas. Mi cabeza daba vueltas y sentí que iba a
perder la conciencia pronto.Era hora de despabilar, negué con la cabeza e intentar levantarme de
alguna manera.
“¡Ahhh!”
Parecía como si un rayo había estallado en mi cabeza.
La voz del niño, que nunca había escuchado, golpeó mi tímpano y
sacudió mi cerebro.
Obviamente, no pude controlar mis extremidades debido a la anestesia
que se extendía por todo mi cuerpo, pero rápidamente me levanté para
ver hasta cuanto podía aguantar. Tan pronto como me volví en dirección
en donde el niño gritaba, visualicé a los hombres a su alrededor. La
distancia y las figuras de sus cuerpos estaban desenfocados, por lo que
realmente no podía distinguirlos, pero parecía claro que varios hombres
rodeaban al niño.
Me froté los ojos bruscamente con el dorso de la mano para asegurar de
alguna manera mi visión. Me dolían los ojos, pero no me importaba.
Gracias a esto, la aparición del niño y los hombres a lo lejos comenzó a
ser visible en la medida en que se podía distinguir un poco. Uno de los
hombres agarró al niño por la parte trasera de la cabeza, lo levantó y le
apuntó con una linterna. Revisaron su rostro y gritaron fuerte.
“¡Mierda!”El hombre que sostenía la cabeza del niño con la mano izquierda
exclamo palabrotas. El chico estaba luchando por quitar la mano que lo
sostenía por la parte de atrás de su cabeza, pero no podía moverse, ya
que estaba sin fuerzas.
El hombre hastiado, levantó la mano derecha. Un objeto metalizado
brillaba debido a la luz de la linterna.
‘¡Ahhh, No!’
Mi boca se abrió, pero no hubo ningún sonido. Parecía como si alguien
me estuviera apretando las cuerdas vocales.
La hoja afilada que era sostenida por la mano derecha del hombre se
dirigió hacia la nuca del niño. Y como si el filo del cuchillo cortara el
cuello de forma inmediata, origino una larga línea sangrienta de izquierda
a derecha en el cuello del chico.
‘¡No!’
Sus ojos se abrieron y su boca se agitó. En un instante, el enloquecedor
aroma dulce se liberó y mezcló con el aire del bosque. Incluso por un
momento, el encantador aroma de feromonas llego a cosquillear mi nariz.
La sangre brotó como una fuente desde la nuca del niño, cuya cabeza
estaba en la mano del hombre. Pronto, cayo sin vida el brazo con el cual
el chico peleo contra el hombre. La sensación de adormecimiento que la medicina hizo para controlar mi cuerpo se fue hacia alguna parte, y me
sentí como si me hubieran inyectado una tonelada de adrenalina. Aunque
no conocía la apariencia de las otras personas, la vista del chico estaba
claramente frente a mí. La sangre fresca que salía de su nuca empapó
por completo la camisa del niño.
El hombre soltó los cabellos del chico que había estado sosteniendo con
su mano. El esbelto cuerpo del niño, cayó al suelo con un golpe seco, y
pronto los hombres huyeron del lugar en dirección contraria.
Después de que los hombres desaparecieran, me acerqué al chico con
pasos tambaleantes. La única iluminación que había era la luz de la luna
que asomaba por su rostro a través de las nubes, pero eso era suficiente.
Cuanto más me acercaba al chico, más espeso era su dulce aroma.
La vista del niño cubierto de sangre, junto con el encantador aroma en el
aire, pareció sacudir mi cerebro. Tumbado en el suelo, sin tener señales
de vida. No se movió de ninguna manera, ni siquiera un poco.
Caí con las rodillas hacia abajo como si mis piernas se encontraran rotas
al lado del chico. Aparte de los efectos medicinales de la anestesia, mis
ojos se pusieron rojos y se llenaron de humedad, mi visión estaba
borrosa.
Acerque mi mano al chico, incapaz de controlar mi corazón que estaba a
punto de estallar. Pasé mi mano temblorosa por su nuca, y no sentí
ningún movimiento del cuerpo del chico en absoluto. Un líquido caliente y
húmedo se me pego a los dedos. No pude distinguir el color porque solo
tenía luz de luna, pero pude ver rápidamente que era la sangre que fluía
desde su cuello. El aroma de feromonas se derramó del líquido espeso
en mi mano, irritando mi nariz.Pero fue extraño.
El dulce aroma de la sangre del niño fue desapareciendo gradualmente.
El aroma de feromonas, que era muy fragante, fue absorbido por el aire
refrescante de la noche y pronto se dispersó por completo.
Sacudí mis manos y cerré la boca del niño. Sabía que no emitiría ningún
sonido, pero parecía que iba a estallar en un grito en cualquier momento.
Mis dedos manchados de la sangre del niño tocaron su rostro mientras
cerraba su boca. Aunque la sangre recién humedecida tocó sus mejillas,
ya no había aroma. Eso fue tan doloroso.
Lloré con los ojos cerrados. Lloré convulsivamente, y repetí varias veces.
“Lo siento”

UN RASTRO SIN AROMA VOL.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora