Un pequeño acosador || Kim Jungwoo X Malereader

08

La hora del almuerzo llego y con eso los nervios de Sunho aumentaron 

Estaba por ver a Jungwoo, iba a ver al chico que le gusta 

-Tranquilo -Se dijo a sí mismo, tomando todas sus cosas y dirigiéndose hacia la cancha de fútbol -Sólo se tú, sólo tienes que ser tú

Tenia que ser él mismo, tenía que hablar con su hyung y conquistarlo

Él podía, sabía que sí 

Apresuró sus pasos y cuando llegó a su destino se fue hacia las gradas, caminó tranquilamente hasta que lo vio, su bonito hyung estaba sentado en el verde césped, jugando con una pequeña flor que se encontraba en su mano 

Caminó nervioso hacia él, Jungwoo aún no había notado su presencia lo cual le daba la oportunidad de huir, pero no lo haría, claro que no, esta era su oportunidad y no iba a desperdiciarla

Cuando estuvo a su lado fue que Jungwoo lo vio

Sunho le sonrió nervioso y Jungwoo lo miro con suma vergüenza y es que vamos, estaba frente al chico que le enviaba notas diciéndole lo perfecto que era ante sus ojos

Ambos se miraron atentos, el silencio dominaba y ninguno de atrevió a romperlo, bueno, al menos no Sunho

-Hola -Decidió hablar el mayor -¿Eres el chico de las cartas?

Sunho asintió rápidamente

-S-si, soy yo

Las mejillas del mayor se pintaron de un leve color carmesí y Sunho no pudo evitar sonreír encantado

-¿No te sentarás?

Sunho nuevamente asintió y tomó asiento frente al bonito chico

Era la hora, tenía que presentarse

-Soy Park Sunho -Dijo -Estudio psicología

Jungwoo asintió

-Kim Jungwoo, aunque supongo que eso ya lo sabes

Sunho se ruborizó y Jungwoo sonrió por primera vez delante el menor

Sunho se enamoró de esa sonrisa

Y es que era imposible no amar sus pequeños dientes acoplados perfectamente bajo sus rosadas encías, era imposible no enamorarse de la forma que su nariz y como sus mejillas se veían mas esponjosas y redondas, era prácticamente imposible para Park Sunho no caer rendido al ver como sus ojitos se cerraban y se volvían dos lineas perfectas y hermosas acompañadas de unas negras y arqueadas pestañas

-Eres tan bonito

Y aunque Sunho no haya tenido la intención de decirlo en voz alta, para bien o para mal, esas palabras fueron escuchadas por el mayor, el cual se volvió un tomate ante el halago

Fue perfecto, esa pequeña charla, con sutiles halagos, sonrisas sinceras y avergonzadas y mas y mas sonrojos, fue pasando, dándole paso a una nueva amistad y muchos sentimientos

Todo estaba bien, ahora ellos ya se conocían.