II. Vitalidad

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Jeff no era quién para decir que su vida era aburrida, en realidad, admitiría que es todo lo contrario.

Desde que llegó allí (que ya no lo piensa tanto) no parecía quitarle el sueño, ni a él, ni a los otros extraños que lo acompañaban en su vida -no- cotidiana. Quizás es debido a que todos allí han cambiado su propia naturaleza, una fusión tremenda que quemó algo en ellos; los gases les han hecho confundir el bien y el mal, ¿o nunca dejaron de verlos?

Sea como sea, tuvieron la libertad que elegir bajo sus circunstancias y eso los llevó a un punto en común.

Muerto.

Hablando de los otros anormales, no es como si le preocupara si en algún momento aparente ya no estaban. Y podría afirmar no ser el único con ese pensamiento, debido a que gusta de creer que sabe cómo funcionan los demás.

Al menos, la mayoría.

—¿Por qué nos tardamos tanto? — Preguntó Jeff. A su parecer solo iban en círculos directo a la supuesta nada, quitando ramas de árboles que les estorbaban el camino y él no deseaba estar al lado de un caníbal con hambre —... Pareces un perro buscando qué árbol mear.

Jack respondió con un débil suspiro al principio. Calma, simpleza. Le demostró el interés que sabía que quería, valorando que Jeff fuera el primero en hablar; puesto que lo que pasó la madrugada de la tormenta ni lo mencionan y Jack no gusta de hablarle a otros, no realmente en primera instancia.
Fue una pequeña excepción para él por Jeff y lo meditó a solas, también lo fue el haberlo esperado sentado en la sala con la tormenta, sabiendo que a Jeff no le gustan las tormentas.

La tierra húmeda bajo sus botas era como una plasta que los hundía, pero de todos modos el caníbal no se detuvo, caminó como si las palabras de Jeff se hubieran deslizado por su espalda a pesar de agravar la situación de la plasta en su cabeza, haciéndola más viscosa.

—Puedes irte si quieres — respondió después del silencio, fue tan tajante como sólo él sabía serlo y se limitó a hacer una pequeña seña de mano para ser seguido de nuevo... o no.

No es que le importe.

Jeff rodó los ojos sin ganas de reanudar su paso, fue a acercarse al perennifolio compañero del camino lodoso y con marcas de huellas (¿de un animal, un asesino, un monstruo? bue, sinónimos). Seguía húmedo aún por la pequeña llovizna temprana pero llegó y se recargó en él con tal aburrimiento, mirándo al otro caminar y esperando que su boca dé con alguna ocurrencia, porque no tolera el silencio.

—Solo digo... —empezó — no es como si no hubiera algún idiota por aquí y tú no fueras otro idiota que puede oler la carne humana a metros de distancia.

—No soy un Smile 2.0 que caza como bestia.

Y Jeff bufó con burla.

—Pero no puedes culparme al suponerlo, Jack. — respuso —, porque no sé qué mierda eres.

No tenía ni ganas de responderse a sí mismo cómo sabía que Jack le devolvió la mirada si no tiene siquiera ojos, puede ser porque la respuesta es que no lo hizo, pero se negaba a pensar eso. Era muy egocéntrico para siquiera creerlo.

Jack ya lo sabía. (Por eso sabía también que debería fingir mejor que no lo estaba viendo, sea como sea que pudiera hacerlo).

Pues bien, Jeff no logró contenerse de hacer una mueca por esperar algo que nunca llegó (una respuesta); se quedó inconforme ante las pocas palabras que Jack le dedicaba solo para ser sarcástico o cuando se aburría, así que con resignación dejó de apoyarse del tronco del árbol y continuó caminando pasando al lado del de máscara azul y chocando contra su hombro adrede, ahora él estaba al frente.

Jack no reaccionó en lo absoluto, reanudó su andar, dándole igual si Jeff hablaba de nuevo (aunque ya sabía que lo iba a hacer).

—...Igual, Smile está por arriba de tí de todos modos —. Agregó Jeff. Palabras con intención maliciosa que siempre se sacaba del culo porque sus pelotas le dijeron que estaría genial.

Y escuchó algo parecido a lo que quería, sí obtuvo una respuesta. No realmente en forma que deseaba que fuera, fue más un sonido de advertencia.

Un gruñido de Jack.

No era la primera vez que escuchaba eso y aún así era raro, y Jeff se aguantó las ganas de resaltar que aquel sonido gutural era de todo menos humano.

Por un rato más disfrutó un poco el paseo, porque el gruñido que Jack emitió para él, hizo que se rindiera. Fue como un Smile 2.0, a decir verdad, pero no creyó que decírselo en ese momento fuese la mejor idea; después de todo, Eyeless tenía hambre que solo podía saciar con carne humana y la suya de por sí ya estaba quemada, ¿no era como "pre-cocinada"? Igual ya tiene años, carne asada vieja como que no le parece muy sabroso, quiere suponer que para Jack tampoco suena rico.

Saciar. Jeff era un caso a parte porqué quería saciar su curiosidad.

La interrogancia lo carcomía desde hace tiempo, las hojas secas crujeron al ser aplastadas bajo su caminar y sentía que su cerebro sonaba así al estrujarse por tanta intriga.

—¿Qué eres, Jack? — preguntó, quién sabe porqué hasta ese momento, si se armó de huevos o algo, porque nunca le había demostrado mucho interés a ello, según Jack.

Y las pisadas se volvieron más pesadas y lentas hasta el punto de frenar. El enmascarado giró por sobre sus talones para estar frente a frente, guardando su compostura hasta el final, para simplemente contestar a la cuestión, sin hacerlo.

—¿Alguna idea?

Ciertamente habían varias.

Jeff se caracterizaba por deducir las cosas, claro, es un desastre impulsivo en situaciones de peligro pero cuando tiene tiempo de analizar su entorno, tiene que hacerlo bien para prevenir lo que pueda suceder.
Cuando normalmente es difícil saber algo, te conformas con lo poco, pero Jeff no, él va de lo general a lo particular y tiende a obsesionarse un poco por eso.

—Bue, se nota que no eres un fantasma y tampoco creo que seas un monstruo como Slenderman, ya sabes... pero ¿humano? A la mierda.

—Tampoco eres la fina imagen de la humanidad.

—¿Y soy yo o amas hablar de mí?

Jeff jura haber escuchado a secas una pequeña risa; su oído se agudizó, era una extrañeza. Miró fijamente la máscara lisa azul de en frente. Por lo que vio, no era nada, pero la imagen mental de que el rostro de Jack era siquiera capaz de deformarse para agrandar sus pómulos, enchinar sus cuencas y mostrar sus dientes entre sus labios en forma de media luna para externar una risa... no había surcado su cabeza hasta ese momento.

No le molestó, cabe resaltar.

—Lo dices como si no te gustara... —contestó Jack.

—Quiero decir, obviamente... Pero para mí solo parece que tú odias hablar de tí mismo. Supongo que la franqueza es muy humana para tí.

—Se podría decir que sí.



















gaygayhomosexualgay,
amigo como por qué tienen tanta tensión x solo existir?

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2023 ⏰

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𝘖𝘧𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳 ;; ᴊᴛᴋ x ᴇᴊDonde viven las historias. Descúbrelo ahora