Casado a los diecisiete ♡KookTae♡

Pastelito

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Aquella habitación tenía los aromas del alfa y omega, no había otro. En la habitación se escuchaba suaves jadeos y algunos chasquidos.

— Jungkookie... — susurro TaeHyung, enredando sus dedos en la cabellera del mayor para que esté no se alejará, le estaba gustando mucho eso de la crema batida.

— Eres como un pastelito, uno muy dulce — hablo en voz baja el alfa separándose un poco. — pondré más crema, quítate la camisa — ordenó

El omega obedeció y se quitó la camisa, quedando completamente desnudo. JungKook sonrió al ver el cuerpo de su esposo, comenzó a poner crema batida en algunas partes del pecho del menor.

— Pensé que era broma... — soltó una risita burlona el omega

JungKook dejo la crema batida aún lado antes de mirar a su esposo — ¿El que?

— Que los cocineros tienen fetiches con la comida — respondió

— Tu propusiste la idea, yo solo estoy cumpliendo tus caprichos... Pastelito — dijo JungKook acercándose a las clavículas del menor para empezar a quitar la crema batida con su lengua y dando pequeños besos junto con leves mordidas.

— ¿Soy un pastelito? — pregunto mientras acariciaba los hombros desnudos del pelinegro

— Uno muy dulce y bueno...

— Deberías quitarte el pantalón — soltó un pequeño jadeo

JungKook iba a quitarse el pantalón pero el timbre de la puerta principal se escuchó. Ambos detuvieron sus acciones mientras se miraban esperando una respuesta o algo.

— ¿Invitaste a alguien? — cuestionó JungKook

TaeHyung negó — ¿No es la paquetería? Hace poco pediste unos sartenes

— Esos llegaron ayer

El teléfono del castaño vibró, indicando un nuevo mensaje. Tomó el aparato y abrió sus ojos en grande al leer la notificación.

— JungKook, son mis papás — hablo en voz baja parándose de la cama con rapidez

— ¿Les abro o los dejamos ahí?

— Ve y abre, pero ponte una camisa diles que estoy dormido — agarro varias toallitas para empezar a quitar toda la crema batida de su cuerpo

JungKook obedeció y bajo a la planta baja, arregló un poco su camisa y peinado antes de abrir la puerta.

— Oh, Señores Kim... No los esperábamos, pasen, sean bienvenidos — hablo con una sonrisa y haciéndose a un lado para que el matrimonio pasará.

— ¿Interrumpí algo, Jeon? — pregunto el señor Kim

— No, para nada.  Solo dormíamos — respondió nervioso

— ¿Qué estaban haciendo...? — cuestionó el padre omega del castaño — Huele mucho a TaeHyung

— Eso... Bueno, el celo de TaeHyung se acerca y como casi no abrimos las ventanas por el clima se encierra su aroma aquí — se quería felicitar por la excusa que se inventó en segundos