dos

892 86 75
                                    


Donghyuck iba a la misma clase que el canadiense, de vez en cuando cruzaban algunas palabras, el chico era buena onda. El moreno desde un principio había puesto los ojos en el mayor y ninguna amiga doble cara le impediría estar con él.

El moreno se las ingenió para ser su pareja en un proyecto de literatura, el mayor no se negó, por lo que el mejor comenzó a formular su pequeño plan.

—Mark —llamó al mayor antes de que este saliera por la puerta.

—Dime, Hyuck.

—¿Te parece si nos juntamos mañana en la tarde en mi casa para hacer el proyecto? —preguntó con una sonrisa "tímida"—. Si quieres, podrías quedarte a dormir, ya sabes, pijamada de chicos.

El mayor rio de la ternura que el moreno le provocaba.

—Me parece genial, Hyuck —aceptó el canadiense—. Luego pásame tu dirección. Nos vemos.

—Bye, Markie.

Una vez que el mayor salió del aula, el menor comenzó a saltar de la emoción, no pensó que Mark aceptara tan rápido.

Estaba dirigiéndose hacia la cafetería cuando chocó de frente con su enemiga, quien lo miró con enojo al ver que había arrugado su camisa nueva.

—Fíjate por donde vas, Lee.

—Lo siento, Yeri. Iba por las nubes, es que debo planear la pijamada perfecta para mí y Mark —fingió el menor.

—¿Mark? ¿Mi Mark? —la pelinegra ahora estaba el doble de enojada.

—¿Tu Mark? —preguntó el menor incrédulo—. Querrás decir, Mark Lee.

La chica rodó sus ojos, el solo hecho de escuchar a Donghyuck hablar le irritaba, pero ahora estaba hablando de su novio, a quien muchas veces lo cachó haciéndole ojitos.

—¿Se puede saber por qué harás una pijamada con mi novio? —preguntó Kim resaltando las últimas dos palabras.

—Bájale a tus humos, Yeri querida, es únicamente un trabajo de literatura.

De un gruñido la chica salió disparando por el gran pasillo de la escuela, seguramente en busca de su novio, para llenarlo de preguntas y también llenarle la cabeza de cosas malas sobre el menor.

No le importaba nada, Mark lo conocía y su plan estaba marchando a la perfección.

...

—¡Markie!, ¡bebé! —gritó la chica alterada al localizar al canadiense.

El mayor se encontraba en los merenderos de afuera, almorzando con unos amigos, al escuchar el grito de su novia quiso salir corriendo, para no escuchar los ladridos de la muchacha, los amigos de Mark desaparecieron de allí, dejándolo completamente solo ante la chica que tiraba humos.

—¡Bebé!

—¿Qué sucede, amor?

—Me llegó el rumor de que irás a la casa de Lee Donghyuck, para una pijamada, es broma, ¿cierto?

—En realidad, voy a su casa para hacer un proyecto, y él me invitó a quedarme, nada más —explicó el mayor.

—No quiero que vayas, Markie —demandó Kim poniéndose de pie—. Ese Donghyuck es un demonio, quien sabe lo que te podría hacer.

—No exageres, Yerim, por favor. Solo es un proyecto, ¿si? —el canadiense se levantó de su lugar y se acercó a su novia y dejar un beso en su frente y caminar hasta su próxima clase.

𝘚𝘭𝘶𝘮𝘣𝘦𝘳 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘺 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora