El pasado sábado 9 y domingo 10 de abril se realizó nuevamente la feria Leer y Comer, una propuesta gastronómica y literaria llena de opciones para disfrutar un fin de semana en familia. Acompañados del fresco aire otoñal se presentaron diferentes referentes del periodismo, cocineros y grandes escritores nacionales, que brindaron charlas, compartieron anécdotas y experiencias al público. Este año el evento tuvo lugar en el barrio de Chacarita, específicamente en Concepción Arenal al 4865 y contó con una entrada gratuita para que todo el que desee pueda tener la posibilidad de asistir.
Debido a la situación pandémica que a todos nos concierne, las últimas dos ediciones debieron ser de manera virtual. Por este motivo, tanto los organizadores como el público recibieron con entusiasmo el regreso de la feria. Ambos días atrajeron a más de 25 mil personas de todas las edades, adultos acompañados de sus familias y adolescentes que compartieron la divertida experiencia.
La edición número 14 del encuentro se dividió en dos jornadas. En el primer día participaron Maru Botana, Sergio Lapegüe y los hermanos Petersen, Christian y Roberto, entre otros. Mientras que en la segunda etapa, entre algunos de los que formaron parte se encuentran Eduardo Saccheri, reconocido escritor argentino que presentó su último libro El funcionamiento general del mundo, Nelson Castro, un personaje de la televisión nacional que fue recibido con mucha emoción y Daniel López Rosetti, también exponiendo su reciente libro Estrés, sufrimiento y felicidad.
Este último reunió una significativa cantidad de personas, muchas de las cuales confesaron haber venido desde lejos para escucharlo en vivo en el festival. Rosetti habló sobre las consecuencias médicas de las reacciones emocionales que tenemos los seres humanos y cómo gestionarlas para poder sobrellevarlas de una mejor manera. El doctor afirmó que el dolor es un sentimiento inevitable, pero que el sufrimiento es optativo. Esta idea lo acompañó al escribir su libro, el cuál comenzó en plena pandemia y publicó hace unos pocos meses.
La propuesta principal del evento fue fusionar la gastronomía con la literatura y la música en vivo. Se adaptó el espacio de manera que quedaron los distintos food trucks de comida al paso en conjunto con las editoriales. De hecho, la feria no sólo contó con diversas charlas, sino que además ofreció degustaciones de cerveza, vino y gin-tonic para los amantes de los tragos.
En cuanto a los precios de los libros, no eran mucho más baratos que en una librería comercial convencional. Los valores rondaban entre los $2000 y $4000. La comida, por otro lado, era más accesible. Para comer rico, habían opciones como empanadas, sándwiches de calidad o cosas dulces, que no superaban los $1000 pesos por persona.
En definitiva la feria fue un éxito e indudablemente se repetirá con igual entusiasmo el año entrante. Este tipo de encuentros no solo nos permiten conocer, probar y aprender, sino que además nos dan la oportunidad de acercarnos los unos a los otros después de dos largos y difíciles años.