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Otro día de universidad.
Sales de tu casa después de almorzar, porque tienes clases de arte.
La universidad exige a los alumnos de primer año de todas las carreras que escojan un taller deportivo y uno artístico.
Te inscribiste al taller de literatura sin pensarlo mucho, poder leer y compartir opiniones te parece genial.
Llegas temprano al salón, pero ya llegaron varios estudiantes. Aún no conoces a nadie, porque son de distintas carreras.
Ves un sitio libre en la tercera fila.
A lado está sentado un chico rubio, lo saludas.
— Disculpa, ¿este asiento está libre?
— S-sí —contesta algo nervioso
Te sientas a su lado, le sonríes y sacas una libreta para anotar lo que diga el docente, quien llega unos minutos después.
Aunque es la primera clase, les deja un trabajo en parejas para la próxima semana. Estabas escuchando la explicación cuando de pronto escuchas un susurro.
— ¿Hacemos el trabajo juntos? —era el chico rubio sentado a lado tuyo.
— Claro —le respondes en voz baja.
Luego de que el docente termina de dar la clase, te quedas un rato para coordinar.
— Me llamo ____—le dices
— Yo soy Armin, Armin Arlet
— Muy bien Armin, ¿cuándo estás libre para hacer el trabajo?
El rubio saca su horario, al verlo te das cuenta por sus asignaturas que lleva alguna carrera de ciencias.
— ¿Puede ser el sábado en la tarde, después de almuerzo?
— Claro, también estoy libre a esa hora, ¿en dónde nos juntaremos?
— ¿Conoces la residencia universitaria? Tienen espacios comunes, podemos ir a una sala de estudio, pero debo pedir permiso para que puedas entrar.
— No te preocupes, también vivo en la residencia.
— Oh, que coincidencia —señala Armin.
Después de quedar otras cosas sobre el trabajo, se despiden. Tienes clase en media hora, así que vas al baño a refrescarte primero.
Estás terminando de lavarte la cara, cuando entra una chica pelinegra, se te hace familiar.
— Hola Mikasa —saludas, pero te das cuenta que parece algo molesta.
— Saludos —responde mientras se lava las manos y se tira agua fría a la cara— esa chica se las verá conmigo —murmura
— ¿Sucede algo? —preguntas, aunque te arrepientes un poco, no la conoces mucho, ¿estaba bien preguntarle algo así?
— Nada importante, solo vine a enfriarme —dice mientras se mira al espejo.
Te secas la cara, al parecer Mikasa no habla mucho.
Salen del baño juntas, se despiden y vas a tu siguiente clase.
Mientras caminas ves a lo lejos a Mikasa, Eren y una chica rubia de ¿coleta? ¿moño? no ves bien.
