Cambiando el final

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"...Y el príncipe con su capa de color rojo cubrió a la hermosa chica y comenzó a luchar contra el pirata arrugado por la edad. La chica se levantó del suelo y se montó en el caballo del príncipe, lo guio hasta el pirata y el caballo le pegó con sus patas delanteras dejándolo caer desmallado. El príncipe subió detrás de la chica y se la llevó al castillo de su padre."

Suspiré. Esta historia me pareció linda desde que la leí por primera vez.

 —¿Te gustó? — Le pregunté a Francisco.

—No— se cruzó de brazos.

— ¿Por qué no?

—Porque el príncipe no mató al pirata y después el pirata lo va a buscar para matarlo a él— refunfuñó.

Reflexioné, en cierto modo él tenía razón pero yo no escribí la historia. Y creo que la autora no esperaba escribir algo exactamente así en un libro infantil. Pero se me ocurrió una idea.

—Tienes razón, pero no te enojes conmigo por eso. Si quieres podemos escribir otro final al cuento en un papel y lo colocaremos aquí— señalé la contraportada— ¿lo hacemos?

Me miro por un buen rato mientras lo pensaba, luego empezó a mover la cabeza asintiendo. Acomodó su almohada y yo fui a buscar papel y lápiz. Me senté de nuevo y empecé a escribir con la idea que él me había dado. Le sonreí a Fran señalándole el papel.

—Entonces continuamos así:

"La chica le dijo al príncipe muy seriamente. Debiste cortarle la cabeza.

El príncipe se sorprendió de dicha declaración y exclamó—. Tengo prohibido matar muchacha, mi padre es muy estricto con...

Te hubiera quitado la espada y haberlo matado yo misma — Interrumpió.

Querida, está muy débil, no puedes pelear así.

Ella en respuesta se bajó del caballo, tomó la espada y regresó por el camino que tomaron."

— ¿Y ahora que pasa Francisco? — me detuve porque ya no sabía que más podría pasar y esta historia le pertenece a él.

—Ella pelea con el pirata "arr"— cerró un ojo al decir ese curioso sonido de los piratas—, y el príncipe solo se queda con los ojos así— abrió los ojos exageradamente y yo me reí.

—Eres un niño increíble. Sigamos.

"Se encontró al pirata sentado en la arena tocándose la espalda, ella con movimientos rápidos le puso la punta de la espada en el cuello.

Chiquilla dijo con sarcasmo y dolor debiste correr con ese niñato cuando tuviste la oportunidad.

Vas a morir, no permitiré que más chicas de mi edad sean secuestradas por vándalos como tu tripulación.

¿Hablas de venganza? Vaya, debí reclutarte, tienes agallas para enfrentarte conmigo."

— ¡Oye! Yo quiero que se peleen no que hablen. — Interrumpió Francisco.

—Pequeño, si interrumpes no tendrás lo que deseas.

"La chica estalló y levantó la espada para cortarle el cuello, pero el capitán estaba listo con su espada y lo bloqueó. Empezaron a chocar sus espadas, uno atacando y otro bloqueando, hasta que la chica se cansó y el pirata le sacó la espada de las manos. Ella cayó al suelo por tropecienta vez en el día.

No puedes conmigo niña.

Ella no pero yo sí —dijo el príncipe tomando su espada. Había pasado mucho tiempo viendo con sorpresa y miedo a la chica y al pirata pelear pero salió de su trance y tomó la iniciativa del duelo.

Hicieron maniobras, bloqueos, ataques, cambiaron de mano sus espadas hasta que el príncipe le sacó la espada y la tomó para él.

Esta vez no te perdonaré dijo casi sin aire.

Moriré dignamente se consoló el pirata. Y así el príncipe lo mató enterrándole la espada en el corazón."

—Hemos llegado al final ¿Quedó perfecto Fran...?— vi a mi hermano acomodándose en su cama.

—Eres la mejor— susurró.

—Descansa pequeño— le di un beso en la frente y lo arropé.

Cambiando el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora