capitulo 1

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Como todos los días se despertaba a las seis de la mañana, se remueve en su lado de la cama pesadamente, pero sin incomodar a su aun dormido esposo; comienza por asearse correctamente: que constaba de llegar al baño, vaciar su vejiga, mirarse en el espejo y agarrar su cepillo de dientes para colocarle su pasta dental preferida y proceder a cepillarse aun con sus ojitos soñolientos. Se enjuaga y continua para lavarse el rostro con agua sumamente fría, pues cree fielmente que aquello le hace mantener su rostro firme y sin líneas de expresión tan marcadas, se coloca crema de afeitar y pasa la maquina para eliminar aquellos escasos bellos de su mentón. Finalmente repite el proceso de enjuagar bien su rostro y toma la toalla blanca que se encuentra al lado derecho del espejo y seca suavemente su rostro para aplicar su crema hidratante.

Sale del baño y observa como el pelinegro no se ha movido ni un centímetro desde que el se levando de la cama matrimonial. Se acerca sin hacer ruido y posa sus voluminosos labios en los pequeños pero carnosos del aun durmiente Jungkook.

Sin más se abre camino directo a la cocina, ya que esta semana le tocaba preparar el desayuno para ambos, abrió el moderno refrigerador para chequear que es lo que aún quedaba después de una muy cansada semana que llegaba a su fin con el inicio de una mañana de sábado.

Hoy su amado kook solo trabajaba hasta medio día y el al ser un practicante parcialmente remunerado solo trabajaba de lunes a viernes. Y aquello lo agradecía porque la empresa para la que trabajaba prácticamente lo exprimían aquellos cinco días al máximo, pero lo toleraba porque quería conseguir aquella constancia de trabajo firmada por el jefe de la área de contabilidad y así poder graduarse de una buena vez de la universidad y conseguir un trabajo que aporte mas en la economía de su matrimonio.

Observo todo otra vez y callo en cuenta que debía apurarse en prepara el desayuno ya que jungkook entraba a las 8: 00 a laboral. Se decidió por algo simple y además que se ajustaba con lo que tenia en la nevera.

Encendió la cocina a fuego bajo y coloco un sartén con una pequeña porción de aceite de oliva, mientras sacaba los huevos y el tocino para su desayuno. Listo todo comenzó a mezclar los huevos en el sartén hasta que estuvieron listos y los coloco en un plato, procedió a poner el tocino en pequeños cortes en el sartén para prepararlos. Mientras el tocino estaba a una llama sumamente bajita, regreso a la nevera para sacar unas naranjas y preparar para el un jugo natural y para jungkook un buena taza de café negro.

Todo listo paso a poner la pequeña mesa con todos los insumos que desayunarían, con todo en perfecto orden a excepción de la cocina; observo el reloj electrónico en la esquina del mueble del televisor sorprendiéndose un poco del avance de la hora. Camino de regreso a la habitación principal para levantar al dormilón veinteañero.

Se acerco hasta donde se encontraba su mayor. – kookie. Cariño es hora de despertar. – lo movió ligeramente. Pero no hubo respuesta. – hyung, llegaras tarde al trabajo. – lo volvió a intentar recibiendo como respuesta unos ligeros movimientos por parte de su esposo en afirmación que estaba despertando.

Pero lo conocía también que era claro que si lo dejaba unos segundos sin insistir se volvería a quedar dormido. – Kook. Son exactamente 6: 45 minutos y tu tienes que estar a las 8 en tu trabajo, el cual está a treinta minutos en metro desde nuestra casa. – y aquello fue suficiente para que el nombrado de un brinco del susto, abriendo de sobremanera sus orbes café.

Miro primero en dirección a la ventana de la habitación y luego hacia su esposo que se encontraba en lado opuesto. – buenos días. – dijo adormilado pero feliz.

Por aquellos momentos con él, es que su corazón latía enamorado todos los días. – buenos días Hyung. – sonrió escondiendo sus pequeños ojitos en su eye-smile.

Fantasías de un EsposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora