𝕃𝕀𝔾𝔸𝕄𝔼ℕ (Resubida)

XVIII

–¿Por qué me sigo sintiendo así?–,

La pregunta de Jungkook me sorprende, creo que es la primera vez que lo veo hablar tan abiertamente conmigo.

–No lo sé, tal vez sea Ate–, bueno, si la vieja loca está haciendo algunas cosas, puedo culparla de otras

–No es así, esto es sobre el ligamen–, me responde él

–Odio interrumpir su momento de pareja pero realmente tengo que hablar con Bitna–,

Jin, te adoro por ser mi salvador.

–Hablaremos después–, Suelta Jungkook al mismo tiempo que suelta mis manos.

Se aleja un poco y espero hasta que se vaya, sin embargo no se mueve.

Iba a hacerlo yo, pero me vuelve a detener un momento.

Con su mano, toma mi mejilla y después acerca su rostro a la otra mejilla, dandome un beso, tal y como yo lo hice hace un momento.

Una vez hecho esto, se va por el bosque, por el camino hacia el lago.

Yo no sé que hacer, eso me confundió mucho.

Mientras seguía repitiendo lo que acaba de pasar, alguien se asegura de volverme a la realidad, de una manera muy particular.

Jin golpea mi nuca.

–¡¿Tú acaso no puedes pensar un momento con la cabeza fría?!, Bitna, casi me da un infarto cuando el rubio vino a mí, pensé que era una mala broma y después dije, carajo los angeles no mienten. Solo lo confirmé cuando ví sus recuerdos. ¡¿Te volviste loca?!–

–Sé que no justifica nada, pero entré en pánico y me pareció racional en el momento–, sonrío culpable

–Bit, tu madre está en la mira por algo similar, ¡¿Y a ti se te ocurre hacer lo mismo?!–

–Es exactamente por eso que te buscamos. Me separé del beso en cuanto un pensamiento llegó a mí, por eso queremos que modifiques el recuerdo, solo en caso de que tenga razón–

–¿Qué es?–, pregunta, fingiendo desinterés

–Creo que Ate quiere hacerme romper una ley importante, algo para dar un golpe en el equilibrio–

–Supongamos que tienes razón, pero ¿como explicas que el ángel se haya dejado?, Ate solo te controla a tí, ¿Pero el ángel?–

–Facil, es el ángel que ayud...-, ¡idiota!. –No digas que te dije–, suena cómo si le estuviera implorando

Jin está el doble de impresionado, –¡¿Hay un ángel ayudando a tú madre?!–

–¡Shh!–, cubro su boca con mi mano, –Cállate, se supone que debía quedarse en secreto–, quito levemente mi mano y dejo que asimile lo que acaba de pasar.

.....

Caminamos hasta el lago, durante el camino le expliqué a Jin lo que he descubierto, sobre el ángel que está aquí y la posibilidad de que esté entre nosotros.

Él obviamente se sorprende, pues no esperaba tal cosa.

–¿Que debería hacer?, ¿Borrarlo por completo?–, pregunta mi amigo una vez llegamos al lago.

Jimin ya esperaba por nosotros.

–Creo que solo deberías cambiarlo. Si lo borras será sospechoso, solo cambia algunas cosas, no lo sé–, digo

–Deben saber que mi don no funciona igual con nosotros cómo en los humanos–, explica Jin

–¿Que quieres decir?–, pregunta el rubio