𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐯𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬

🐗🦋

Heridas.

Y eran sólo dos compañeros cazadores. Eran sólo dos solitarios jóvenes. Se curaron las heridas y siguieron adelante.

Diferencia.

Inosuke y Kanao eran personas tan diferentes entre sí. Tan opuestos y contrarios. Pero, quizá, también eran algo parecidos...

Simpatía.

Ese día Inosuke perdió a su mamá (otra vez). Ese día Kanao perdió a su hermana (otra vez). Ese trágico día perdieron a alguien, e Inosuke y Kanao, se miraron a los ojos y lo supieron. Entendían por completo al otro. En su dolor, en su pena, en todo.

Compras.

⸺¿No sabes hacer las compras?
Preguntó Kanao a su compañero. Inosuke negó con la cabeza.
⸺Yo tampoco...

Comida.

Kanao no era buena cocinando, pero de todas formas se esforzaba mucho. A Inosuke, a pesar de todo, le gustaba su comida.

Nombres.

Le resultaba curioso y seguido lo pensaba. A Inosuke se le dificultaba decir correctamente los nombres de las personas, pero el suyo siempre lo dijo bien.

Amigos.

⸺Entonces, ¡¿somos amigos?!
Inosuke le cuestionó.
⸺¿Eh? Lo somos, ¿no?
⸺¿Lo somos?
⸺Sí. Lo somos.
Silencio.
⸺¡Lo somos!
Sonrisas.

Mariposa.

Inosuke y Kanao las ven volar. E intentan no llorar cuando una mariposa se aleja hacia el cielo.

Equipo.

Inesperado e impredecible, pero eficiente. Al final, una buena combinación. Las palabras que mejor describían el trabajo en equipo de Kanao e Inosuke.

Broche.

⸺¡Yo también quiero uno!
Kanao ladeó la cabeza.
⸺¿Qué quieres?
⸺Tu broche de insecto para el cabello, ¡yo también quiero uno!
Kanao sonrió.
⸺Te haré uno.

Hablar.

Ni Inosuke ni Kanao eran tan buenos en la conversación. Sin embargo, ellos no lo necesitaban.

Ira.

Inosuke está tan sorprendido. No sabía que en el calmado y pequeño cuerpo de Kanao pudiera crearse la ira. No es lindo verla enojada.

Burbujas.

⸺¡Inosuke, no!
⸺¿Qué? ¡Tu eras la que quería jugar a las pompas de jabón!
⸺¡Pero no hay que beber el jabón!

Sostener.

No podían parar. Era la batalla final contra Muzan, no podían parar aunque estuvieran sangrando y se sintieran agotados; pero estarán bien. Kanao sostiene a Inosuke mientras camina, e Inosuke sostendría a Kanao si tropieza. Mientras estuvieran para el otro, no van a caer.

Hogar.

Inosuke aprendió que estar con Kanao también es como estar en casa.

Bellotas.

⸺¿Cuántas debo recoger?
⸺Muchas ⸺dice. Poco después, se gira hacia ella y le apunta con su dedo⸺. ¡Quien recoja más bellotas, gana!
Kanao vio como Inosuke se adentraba más al bosque y buscaba por el suelo. Se encogió de hombros, ella se estaba divirtiendo.

Promesa.

⸺Prométemelo.
Ella vio la mano de Inosuke enfrente suyo.
⸺Kanao, prométemelo.
Su dedo meñique estaba alzado en espera. Ella sabía que era importante para él. Y sin más demora, juntó sus dedos.
⸺Es una promesa de meñique.

Ojos.

Si era honesta, Kanao estuvo impresionada cuando vio el rostro de Inosuke por primera vez. Él era hermoso, pero sobretodo lo eran sus ojos. Eran unos ojos tan brillantes y bellos.

Ayuda.

Apenas y han mantenido algunas palabras, pero siempre irán a la ayuda del otro.

Risa.

Inosuke se reía con tanta facilidad que a Kanao le daban ganas de reír también.

Lágrimas.

Es la primera vez que lloran con tanto dolor. Es tan insufrible y desgarrador, un gran momento de vulnerabilidad. Al pensarlo, no fue tan malo si estaban ahí para el otro. A Kanao no le importó que fuera Inosuke quien la viera llorar, y a Inosuke no le molestó que Kanao lo observara y se quedara a su lado.

Montaña.

⸺¡Tú y yo vamos a vivir en las montañas!
Inosuke declara un día, y Kanao no puede decirle que no.

Naturaleza.

Los dos tienen en común un fácil trato con la naturaleza. Les gusta y les relaja.

Sonrisa.

E Inosuke ve la sonrisa honesta de Kanao. Tiene que entrecerrar los ojos porque es muy bonita y le parece tan brillante.

Primogénito.

Es su tesoro, y ninguno de los dos llegó a imaginar el gran impacto que iba a tener en ellos, pero saben que lo protegerán con uñas y dientes. Es su hijo, y lo aman mucho.

Siesta.

Inosuke está tumbado en el suelo, durmiendo descuidadamente sin importarle estar en el exterior, pudiendo entrar a la finca y tomar una cama.
Oh, pero Kanao se acuesta junto a él y también se duerme.

Vista.

Ella casi no ve.
⸺Acércate por favor Inosuke.
Pero aún así sonríe.
Esta es la única forma en que puede verle bien el rostro estando casi ciega, lo sabe. Entonces, ¡¿por qué se siente tan nervioso?!
Ella sigue sonriendo.
Inosuke espera que no pueda ver lo calientes que se sienten sus mejillas.

Aroma.

Inosuke vuelve a inclinarse e inhala profundo, las flores se balancean suavemente.
⸺¿Qué haces?
Se incorpora ante la suave voz de Kanao, él sonríe a verla.
⸺¡Justo a tiempo!
⸺¿Uhm, para qué?
Entonces Inosuke, en su manera única de ser, olfatea a Kanao de cerca.
⸺Eh... ¡¿Eh?! Inosuke, ¿qué haces?
⸺¡Hm! ¡Confirmado!
⸺¿Qué está confirmado?
⸺Kanao huele a flores.

Natural.

Cuando Inosuke va de visita a la finca mariposa, corre hacia Kanao, a quien siempre quiere ver primero.
Es algo natural. Es un instinto.
Kanao escucha pisadas fuertes y veloces o un alboroto que sacude el tranquilo ambiente y sabe que ese día se tornará interesante. Porque Inosuke está de visita y nunca tarda en aparecer por la esquina y unirse a ella. Él siempre habla, le informa, le cuenta con detalle sus días con los hermanos Kamado y Zenitsu y todas sus aventuras en el bosque. Ella mayormente escucha, concediendo toda su atención y aportando cuando tiene algo que decir. Inosuke también la escucha cuando habla y cuando empieza a divagar, pero eso es algo natural, tan natural cuando está con él.
Kanao sonríe y habla y ríe tanto al lado de Inosuke.
Y eso solo es... natural.

Futuro.

Kanao se encuentra junto a su bebé, dentro de su acogedora casa, meciéndolo gentilmente. Al lado suyo, su esposo canta una canción de cuna. Afuera es primavera, pero siempre hace un clima fresco en la montaña.
Cuando su criatura duerme, sopla burbujas al aire y el sol los ilumina cálidamente. Inosuke continua a su lado.
El futuro es tan pacífico y brillante.