Un ángel divino, mandado para proteger a una sola persona.
-No rompas las reglas Mingi- dijo el hombre de túnica blanca, su padre, Dios.
"Prometo escribir en este diario todo lo que nadie debe saber, todo lo que debo callar para que no te vayas de...
Cada vez que te veo me da la impresión de que por una parte, estuvo bien lo que hice. Sonríes un poco más, lo suficiente para contagiar a otros con esa linda risa tuya.
Haces más amigos aunque bueno, son todos los que una vez olvidaste, así que creo que es una forma de empezar de nuevo. También tienes más tiempo para ti y creo que eso es lo que me hace pensar que hice lo mejor. Porque toque fondo y me di cuenta de muchas has cosas.
Me di cuenta de que el amor y la luz de aquel ángel que amabas, no era real. Yo nunca tuve una luz y eso me llevo a cometer el peor error de mi existencia, te arrebate todo para después soltarlo y dejarte como yo.
Lo siento tanto, por hacerte daño incluso cuando ya no estoy contigo, cuando me convertí en esta sombra.
Yunho, mi hermoso sol, cuando encuentres este diario no quiero que te atormentes o les tantas vueltas a todo lo escrito. Quiero que ignores este cuaderno y si es posible, deshazte de el.
Todo estara bien mi amor, yo no soy alguien a quien debas recordar.
Te ame, te amo y te seguiré amando con todo mi cuerpo y alma...pero las cosas pasan por algo y acabo de entenderlo.
MG.
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