∩(︶▽︶)∩ Un romance normal entre Medusa y Hefesto.
Toda su vida Medusa a servido fielmente como la sacerdotisa de la diosa Athena, olvidándose de todo incluyendo sus relaciones amorosas. Sin embargo, cuando viajan al Olimpo queda flechada por un dios...
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No pude evitar desahogarme en sus brazos hasta que ya no pude más. Una vez que todo se tranquilizo, lo solté. -Lo siento -dije mientras mis ojos estaban mirando al piso.
-¿Por qué?
-Por no querer ir con alguien. Atena me lo dijo..., me dijo que llevará a alguien y yo no quise
-Medusa, tu no tuviste la culpa de nada. No eres adivina para saber que es lo que va a suceder -dijo al sujetar mi mejilla y hacerme verlo a la cara-. Así que, no te culpes
-Si fue mi culpa, yo salí corriendo porque estaba molesta -dije al aventarme de nuevo a su pecho-. Estaba molesta contigo, por eso no quise avisarte
-¿Conmigo?
-Sí, es que... vi unas fotos de... Afrodita -dije, pero fui interrumpida por un beso en la frente de mi héroe.
-Afrodita ya no significa nada para mí. Esas fotos simplemente iban a ser quemadas igual que otras que tenía en mi conputadora
-¡Eh!, ¿En serio?
-Sabes... desde hace unos días tengo planeado enterrar mi pasado y, esas fotos junto con las que tengo guardadas iban a ser eliminadas
Me sentí tan mal que no sabía en donde meterme. Pero sus besos hicieron que dejara de pensar cosas.
Se levanto del suelo, para luego cargarme en sus brazos. Al hacerlo, lo miré sorprendida. -¡Ah!, Hefesto...
-Tranquila, estoy bien...
-¿Aun tienen fuerzas?
-Sí, parezco un tipo debil, pero no lo soy. Los tatuajes que vez en mi piel son... -dijo, pero desvío la mirada algo preocupado.
-¿Son?
-Son....
-Sabes, yo no quiero presionarte para hablar. Cuando quieras, te escuchare
-¡No!, esta bien. Mis tatuajes son algo así como una armadura que me permite una mejor movilidad -dijo para comenzar a caminar.
-¿Una mejor movilidad?
-Cuando era un bebe, mi madre me lanzo desde lo alto del Olimpo y digamos que no quede muy bien. Eso hizo que quedara cojo, pero tiempo después tuve que adaptar mi cosmos para poder moverme bien
-¿Es en serio? -dije sorprendida.
-Mi infancia no fue del todo buena -dijo al detenerse. Estábamos justo en el borde de la azotea. El aire nos daba levemente y a pesar de la poca luz, pude ver su mirada triste.
Intente decir algo, pero no quería interrumpir su platica. Tenía curiosidad por su pasado, pues quería conocer más de Hefesto.
-Mis padres no fueron aquellos padres ejemplares que cuidaron y amaron a su hijo. De echo, siempre me trataron mal y me ignoraban. Al los unicos que consideraban sus hijos fueron a Ares y a Hebe -dijo al tratar de desviar la mirada de mí.
