Sentimientos humanos dentro de la diosa.

Único.

Vamos a empezar con lo obvio, Saint Seiya en su planteamiento de los dioses griegos como villanos no tiene sentido.  La figura de Zeus como villano final siempre me ha generado conflictos, porque si bien, tiene sentido que Athena se enfrente a él, Zeus cogía con humanos de forma indiscriminada sin importarle ser hombres o mueres. 

Lo mismo pasa con Hades, como es el dios del inframundo es retratado como alguien malo cuando es de los dioses más justos, por eso pensé que en el caso donde se respete la figura como en los mitos, el seria aliado de Athena. 

Esto en si, nació porque considero que Saori es un personaje muy odiado sin razón. Es una niña que no tuvo el más mínimo entrenamiento ni preparación, donde le dicen que es una diosa y se tiene que forzar a madurar para cumplir este roll.

No es perfecta, pero tampoco la considero lo que el fandom dice de ella. 

El fanart que puse de portada le pertenece a "La pocilga de Hades" En Facebook.

-------------------------

En el cuarto de Athena la imagen de la joven diosa, o bueno, de su reencarnación humana; Saori Kido, encerrada en su recamara del santuario, en vuelta en las sabanas, abrazándose a sí misma por todo lo que tenía en mente, mirando de vez en cuando el gran mural que la retratada a ella en su primera viva, su primera encarnación. La diosa de la guerra estratégica y la sabiduría, nacida de la cabeza de Zeus; Athena.

- Hice lo correcto... De eso estoy segura. - Se dijo a sí misma, a su corta edad había tenido que administrar toda una compañía valorada en millones, verse como diosa, buscar recuperar lo que le pertenecía y pelear 3 guerras, donde en todas las pérdidas fueron inevitables, tanto de simples santos que juraron su nombre por la imagen de Athena sin saber la verdad, como de sus caballeros más cercanos, o aquí, sus amigas y doncellas. Sin contar que los chicos ya sufrieron muchos por su culpa, ahora quería alejarlos, tenían su misma edad después de todo, y a ellos no les correspondía, solo fueron los caprichos de su abuelo.

Una fuerte brisa se coló por la habitación, fría pero reconfortante, haciéndola sentir mucho más cómoda, levantando su mirada y encontrándose con el cuerpo pálido del dios del inframundo, sonriéndole de forma sutil, en un porte relajado, pacifico. No llevada su armadura, solo unas ligeras pelas blancas que lo cubrían, abriéndole los brazos a la diosa.

- Athena... Vaya que has pasado mucho.

- Hades... No te esperada. -Le dijo, parándose para encarar al dios, mirándolo a los 2 ojos, aceptando su mano sintiendo su cuerpo abrazándola de forma sutil.

- Necesitada verte, de paso advertirte, en el Olimpo se andan matando por tus acciones. No importa cuando lo hagas pelear contra Eris y Poseidón siempre será motivo de pelea. - Le dijo, sujetando su mano para dejar un beso en ella. - ¿Cómo te sientes? Siendo humana estas más vulnerable.

- Siempre tan galante. Lo agradezco.

- De nada. Aunque te recuerdo que yo fue quien te ayudo en este... "Capricho" Tuyo de querer reencarnar eternamente como una humana. - Se jacto, haciendo sonreír a la diosa. - No entiendo porque no preferiste quedarte en el Olimpo, o en los Elíseos.

- Ya lo hablamos. - Le expreso, ella siempre tuvo ese deseo, cuidar a los humanos como la creación de los dioses que son, aunque sus hermanos solo los vean como objetos.

Haciéndole una señal para que se recostara a su lado haciéndoles más fácil hablar. A diferencia de su hermano, Hades era el más responsable de los 2, el no tenía algún interés en destruir a la humanidad, pero no era lo mismo con el resto de los dioses del Olimpo. Hades era fiel a su labor de cuidar el inframundo y sus cárceles, repartiendo los justos castigos a cada alma al morir, eso lo hizo rápido un aliado de Athena en la era del mito, buscando mantener un balance entre la vida y la muerte que muchos no querían respetar.