말해주세요 ¡¿QUÉ?!

2.

「¿Dónde esta el paquete?」

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— ¡Llegue! —grita Daila emocionada frente a un laboratorio camuflado.

Después de haber recorrido casi todo Lima y haberse perdido una infinidad de veces.

— Buenas tardes señorita Daila — le saluda la recepcionista al verla entrar. — La señorita Luzumi llegara en media hora aproximadamente.

— Gracias

Media hora. . . tenia media hora para poder trazar la ruta más rápida de escape, para cuando Mio descubra la misteriosa desaparición de su preciado encargo.

. . . . 「✿」. . . .

— Tuviste algún percance al traer el paquete — le pregunta Luzumi revisando unos documentos.

— Ningún problema — responde tratando se salir de ese lugar al ver a Mio rebuscar con la mirada la oficina.

— Jarrón, jarrón, jarrón. . . — tarareaba alegre aumentando el miedo a Daila

— Bueno yo me retiro, ya que voy a . . . necesito yo comer . . . agua, digo tomar agua. Ya saben eso de los 8 vasos al día y esas cosas — y diciendo esto Daila se esfuma como espuma del lugar dejando a Luzumi confundida.

— Algo esta escondiendo — susurra observando el lugar por donde desapareció.

— Luzu, Luzu ¿qué hay en esa caja? — pregunta Mio dando vueltas alrededor de la mesa en la que descansaba el paquete.

— Es el encargo que les comenté — responde sin apartar la mirada de los papeles que traía en mano.

— Ah. . . entonces ese es el paquete que Daila y yo tratado de averiguar — dice distraída recordando la vez que Daila y ella se infiltraron en la oficina tratando de buscar una pista sobre el objeto clasificado de que hablaba Luzumi.

— ¿Qué? — pregunta Luzumi distraída, dejando los documentos de lado sin haber escuchado lo dicho por Mio.

— ¿Qué? — repite — nada, nada — mueve los brazos con inocencia — ya lo podemos abrir pregunta nuevamente tratando de abarrar el paquete.

— Cuidado, no te acerques — le advierte Luzumi alzando el paquete para desenvolver las cintas que lo sujetaban.

Los ojos de Mio no se despegaron de paquete que lentamente se abrió dejando ver el contenido lleno de espuma.

Luzumi mira confundida el relleno de espuma que llenaba el interior de la caja. No recordaba que el encargo vendría de esta forma.

Al introducir su mano entre el relleno, este choca con una superficie lisa muy parecida al mármol.

Confundida saca el objeto y observa un jarrón pintado con finos trazos y muchos colores, pulido con gran precisión, hasta la ultima aspereza brillando contra la luz artificial de la bombilla.

— ¡Jarrón! — grita emocionada Mio arrancándole de las manos el objeto y admirándolo con los ojos llenos de estrellas.

Luzumi después de salir del trance en el se había metido, procede a meter la mano nuevamente a la caja y luego vaciándola sobre el impecable escritorio haciendo que la espuma se esparza hasta caer al suelo.

— ¡¡Daila!!

. . . . 「✿」. . . .