caminaba por las calles de la ciudad, mantenía una suave sonrisa en su rostro viendo a parejas enamoradas paseando de la mano, niños riendo junto a sus padres, adolescentes dando regalos, en sí todo era colorido y alegre.
la emoción en su corazón creciendo cada vez más mientras se dirigía a su departamento, tenía tantas ganas de llegar a donde estaba su amado y darle el pequeño pero especial regalo que llevaba en sus brazos en una delicada caja, el contenido de la misma estando quieto y silencioso.
sabía que su pareja lo esperaba, tal vez preparando la cena o simplemente viendo películas para luego ambos acurrucarse en el ancho sofá de la sala.
el alfa suspiró enamorado.
junto a los pasos que daba, haciendo memoria de los momentos más especiales en su relación.
recordando el día de su boda, su omega caminando hacia el altar, con aquel traje blanco y su cabello perfectamente recogido, aceptando estar juntos hasta la muerte y más.
porque Park Sunghoon juraba y prometía amar a Shim Jaeyoon en esta y las demás vidas que tuviera.
hace cinco años de eso, siete desde que empezaron su relación, y el alfa se sentía realmente afortunado de compartir su vida junto a la maravillosa persona que tenía como esposo.
sumergido en aquellos pensamientos, no se dio cuenta de que había acabado su recorrido hasta que abrió la puerta de su hogar, el dulce aroma a vainilla rápidamente llegando a su olfato y llenándolo por completo.
―¡he llegado! ―quitándose con cuidado sus zapatos y abrigo, se adentró al departamento, comenzando a caminar hacia el lugar de origen de su aroma favorito, la cocina.
sunghoon sonrió aún más cuando divisó a su omega tarareando una suave melodía mientras cortada algunos condimentos.
el alfa se acercó con cuidado, dejando la caja en el comedor y llevando sus manos a la cintura de su esposo, dando en besito en la nuca de este, sintiéndolo brincar un poco por la sorpresa.
―amor, un día me mataras por infarto. ―limpiándose las manos y dejando todo organizado, jake se dio la vuelta, rodeando con sus brazos el cuello de su alfa para darle un pequeño y rápido beso de costumbre.
ambos enamorados sonriéndose suavemente.
juntando sus frentes, sunghoon se limitó a cerrar sus ojos y darle acaricias a su omega, quien solo suspiraba encantado.
―¡papi Sungsung! ―una vocecita los hizo separarse.
―wonyo~, bonita ―susurrando con cariño, el alfa se separó de jake, agachándose y recibiendo en sus brazos a la cachorra de tres añitos, quien, con sus bracitos abiertos, corrió como pudo hacia su papá y comenzó a repartir besitos en ambas mejillas de su progenitor.
―papi~, te estrayeeee~
―wonyoungnie, vas a dejar a papi hoon desgastado de tantos besitos. ―bromeó bajito el omega, manteniendo sus manos en su hinchadita barriga de cinco meses, sonriendo bonito hacia sus más grandes amores.
la pequeña solo asintió, dando unos cinco besos más, dejando a sunghoon libre de sus muestras de afecto, solía ser muy melosa.
la suave y exhausta risa del mayor se hizo escuchar, haciendo el ambiente más adorable y alegre.
agarrando a su hija en brazos, sunghoon se levantó con cuidado y se acercó al comedor de la cocina, mirando la caja sobre este.
―¿y eso? ―jaeyoon, quien no se había dado cuenta de ese detalle hasta ese momento, se acercó con sigilo a donde estaba el regalo.
con una inquieta y amorosa cachorrita abrazándolo del cuello, el alfa le sonrió con cariño a su omega para proceder abrir la caja, de la misma asomándose una peluda cabecita de una cachorra de raza collie de borde crema.
―sunghoon ―jadeó jake, viendo sorprendido a su esposo, quien solo se limitaba a sonreír.
el omega rápidamente se acercó a la cachorrita y la levanto, cargándola, quedando fascinado con el pelaje de esta, con tonalidades amarillas y cremas, era tierna y hermosa.
―ow~ es preciosa ―chilló enamorado el omega, recibiendo las suaves lamidas de la perrita.
―feliz día, cielo. ―susurró sunghoon, viendo a su amado soltar algunas lagrimitas de emoción.
hace un tiempo largo que jake le había dicho sobre querer tener una mascota, para animar más su hogar, por eso el alfa se entrenó y aprendió todo lo necesario sobre el cuidado perruno, dándole una cachorra como regalo a su amor.
la pequeña wonyoung, que se había adormilado un poco por la combinación tan relajante de los aromas de sus padres, se enderezó en los brazos de sunghoon, colocando, segundos después, su mirada sobre la nueva integrante de la familia y su papi omega.
abrió sus ojitos asombrada con la linda perrita, gritando emocionada un:
―¡yo quero! ¡quero cargarlaaa!~ papiiiii~
dando un besito en la mejilla de su hija, sunghoon bajó a la pequeña, mirando con amor la escena de su hija y su omega en estado jugando con la pequeña cachorra.
uniéndose a sus amores, dándole como nombre al pequeño ser, y nueva integrante de su familia en crecimiento, Layla
Definitivamente, Park Sunghoon y Shim Jaeyoon habían encontrado a la persona correcta.
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