*Dos meses después*
Nora:
Estaba de nuevo jugando con la mala suerte que tengo, que siempre me acompañaba e impedía que resbalara.
Escuché que alguien me gritaba a lo lejos.
-¡Qué! -grité también.
-¡Detente! -dijo más claro y acercándose más rápido de lo normal. Creí ver la piel morena de All acercarse a mí, creí verlo a él parado ahí, pero obviamente no se trataba de él.
-Déjame en paz -escupí. Evité el contacto visual, bajé y apagué la canción que se repetía una y otra vez en la radio que me había regalado All-. Ya me despedí de ti y creo que deberías hacer lo mismo.
Seguía pensando que aunque él ya no estaba buscaba la forma de protegerme por medio de otras personas.-Disculpa... -hizo una mueca de desentendido- es que pensé que te lanzarías y vine lo más...
Dejé de escuchar en cuanto dió vueltas al asunto.-¡Muy bien, acabas de salvarme! -fingí gratitud juntando las manos, haciendo una reverencia.
-¿Es en serio? -preguntó conmovido.
-No... ¿qué te hace pensar en que necesito ser salvada? -dije burlona.
-Perdón por tratar de evitar que te quitarás la vida -señaló, perdiendo la paciencia.
-Te perdono -mantuve la misma energía
Soltó todo el aire que tenía guardado en sus pulmones -. Entonces... ¿todo bien? -hizo un ademán con las manos, levantando los pulgares.
-Estoy bien... -mentí como solía hacerlo-. Solo estoy apreciando la hermosa vista. Ya puedes irte.
Casi sin creer lo que le estaba diciendo giró sobre sus pies y comenzó a caminar lentamente, como si sus pies fuesen pesados-¿No quieres compañía? -volvió hacia mí rápidamente.
-La tuya no -solté.
Debo admitir que en ocasiones puedo llegar a ser un poquito fastidiosa.¿Un poquito? Eres odiosa.
Volvió a caminar en dirección contraria mientras que hablaba solo en voz alta:
-¿Qué hubiera pasado si llegaba cinco segundos tarde?
-Serían cinco segundos más de felicidad -intervine en su enigma interno.
Una vez más volvió a aparecer a mi lado.-Solo quieres llamar la atención -soltó.
-¿Es en serio? -pregunté en medio de una sonrisa.
-Sí. Todo este jueguito de la chica suicida, el chico que rescata y bla, bla, bla.
-Eso fue muy tópico de tu parte, -dije acercándome de nuevo al puente- ¿por qué piensas que tú deberías salvarme? -me senté a la orilla.
-Porque así debe ser, ¿no?
-No siempre, algunas personas se salvan a ellas creyendo que te están salvando a ti.
-¿Y eso cómo se entiende? No tiene nada que ver.
-Se entiende que deberías dejar de salvar a todo el mundo, y desayunar. El desayuno es algo muy importante.
-¿Cómo sabés eso? -evitó la mirada por primera vez.
-¿No es cierto? -intenté jugar con sus pensamientos. Él negó con la cabeza.
Lo puse a prueba. Me dejé llevar, pero él, él sujetó mi mano mucho antes de que pudiera saltar:
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El Concepto Retorcido Del Amor
Teen FictionAmor o dolor, ¿cómo identificarlo después de todas las etiquetas puestas por la sociedad?