He leído un mensaje del que escribí hace tiempo y no lo he borrado porque me recuerda que hay personas que dejan mucho que desear.
Y sí, me daba envidia tu libertad, el poder tener una economía propia y un coche que te permitiese ir a donde quisieras pero nada más. Yo tengo una familia estable y una carrera universitaria que estoy a punto de terminar.
Tampoco tengo a mis espaldas una colección de corazones rotos ni necesito sentirme joven porque lo soy.
Soy infinitamente mejor persona, yo no creé un teatro para hacer daño ni tampoco incumplí la promesa de que necesitaba tiempo.
Yo creo que lo que siente la gente por tí es pena, tuviste el cariño de un chico al que no supiste valorar y cuando era tarde volviste a recuperarlo.
Ahí me dices quién se gana el cariño y quién no.
Tampoco estoy para hablar de quién hablaba con tíos a raudales porque no tardaste en fijarte en otro.
En fin, escribiendo esos textos te luciste y no hace falta ver quién presumía de una madurez de la que no disfrutaba.
Me divierte hacer esta reflexiones porque me recuerda que hasta el peor de los lobos puede llevar una piel de cordero.
Me diste una hostia de realidad y te lo agradezco. De hecho, ahora soy más feliz que nunca.
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Corazones Kamikazes
RandomFuimos corazones en guerra, el mío bailaba al son de tus latidos mientras el tuyo se iba quedando en silencio noche tras noche. Ahora todas las canciones tristes llevan tu nombre.