Monster.

Capítulo 1.

Me desperté cegada por la luz blanca de aquella habitación, el olor a alcohol ya me resultaba familiar, tenia algunas vendas en mis muñecas.
-La cuarta vez en menos de 3 meses, no puedo creerlo - la voz de mi madre era seria y algo decepcionante - ¿Crees que estare esperando para ver cuando sera la siguiente vez que trataras de ponerle fin a tu vida?
No podía hablar, no tenia palabras para la situacion, me sentia estupida de nuevo, habia fallado de nuevo en mi intento de suicidio.
Podia recordar la noche anterior, me sentía mal, mis pensamientos me hacian cada vez más mierda, estaba en un rincón de mi habitación, llorando, sentia la soledad por todo mi ser, no podia seguir. Me levante y me dirigí al baño, tome una de las cuchillas que escondía ahi, en cajas de medicinas, o cualquier otro lugar. Las pase por mis muñecas a medida que hacia un corte lo hacia mas profundo, mas grande, descargaba todo el dolor, la rabia, la tristeza sobre mi piel, no me importo la cantidad de sangre que salia de mis muñecas. Me sente en un rincón y solo miraba la sangre salir de mis muñecas, en el piso ya se hacia un pequeño charco de sangre, me sentia muy débil, solo esperaba el momento, el más perfecto momento, mi muerte. Mi vista se volvio borrosa, cerre poco a poco mis ojos y después no supe mas de mi ser, hasta que me despierto en este lugar una vez más, decepcionada por alguna razón.
-¿No piensas hablar? - la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.
-Mama...
-Megan me he cansado de soportar tus...tonterías, no puede ser, ¿Porque querer acabar con tu vida? No entiendo por que eso, ya me canse de tener que verte tirada, no importa el lugar, con tus muñecas cortadas, inconsciente a punto de morir...
-Lo siento - es lo minimo que puedo decir, no puedo ni mirar a los ojos a mi madre - siento ser este tipo de chica, siento arruinar tu vida con mis tonterias, siento a ver nacido, ¡Y sobre todo siento a ver fallado de nuevo en mi intento de suicidio, asi ya no tendrias que soportarme!
No se como es que aun no he podido a ver muerto, odio esta vida, se que solo soy un estorbo para mi madre, para todos.
-Me duele esta desicion pero Megan, te voy a internar en un hospital, se que ahi recibiras ayuda, la que nesesitas, la que no te puedo dar.
-Mama... -siento tristeza y remordimiento en este momento, me armo de valor y miro a mi madre - Quiero la verdad, ¿Soy un estorbo en tu vida?
-No, solo quiero ayudarte, no soy la persona indicada para hacerlo, por mas que quiera intento ayudarte pero no se que mas hacer...
-Por favor mamá, di la verdad, soy un estupido estorbo en tu vida, ya no me aguantas y lo entiendo...
-Mira Megan, una parte de mi si, se ha cansado de ti y tus malditos pensamientos, quiero ser sincera contigo pero es en vano, y toma esto como quieras, si te odio, me estorbas, piensa como quieras.
Mi madre bajo la cabeza y se dio media vuelta para despues salir de la habitación. A los pocos minutos una enfermera llegó, tomo mi pulso y dejo un poco de comida en una bandeja cerca de mi cama, jugó de naranja, una manzana, un plátano y una mitad de un sandwich, odiaba la comida de ahí, no tenia sabor pero al final de cuenta ya me habia acostumbrado.
-Tu pulso esta mejor, la Doctora Miller vendra en un momento.
-No quiero esa comida - dije acomodandome en la camilla dandole la espalda a la enfermera.
-No es que la quieras, es que la debes de comer. Megan se que por alguna razón me odias, al igual que a todos, no entiendo por que quieres acabar con tu vida si es algo hermoso.
-Para mi no, Alice. Deberias empezar a hacer apuestas de cuando sera la proxima vez que intentare suicidarme o cuando sera el puto dia en el que muera.
-Megan mide tus palabras, ¿Estas consciente de lo que dices?
No podía hablar ya, cualquier otra palabra que diga me haria soltar el llanto y era lo que menos queria en este momento. Alice era a la enfermera que siempre se encargaba de cuidarme cuando estaba en estas condiciones, era una chica delgada, rubia con ojos celestes, era o trataba de ser amable.
-Te dejare sola Megan, dejare la comida por si la quieres. Que tengas buen día -Alice solto un suspiro y salio de la habitación.
Me acomode de nuevo en la camilla, de pronto las lágrimas empezaron a salir, porque siempre fallaba en el intento de suicidarme, no quiero vivir, la vida o al menos la mía es una mierda, ¿Que pasara el dia en que me muera por fin? No creo que me extrañen, tal vez lloren pero sera por un momento, despues ya no me recordaran.
Minutos mas tarde una doctora entro a la habitación, ojos verdes, castaña y tenia el pelo en una coleta. Aparentaba unos 30 años o más, se acerco a mi y me dijo
-Soy la Doctora Miller, sere yo quien te lleve al hospital en el que te internaran, estare un tiempo ahi contigo.
-¿Porque tu?¿Cuanto tiempo? -conteste friamente.
-Porque tu mama asi lo autorizo y estare el tiempo que sea nesesario para que te acostumbres al lugar, he notado que haz estado llorando, ¿Puedo saber la razón?
-No te interesa, puedes irte.
-No me iré y claro que me interesa, ahora puedes moderar un poco tu vocabulario, te lo pido de favor.
-Yo de favor te digo y te pido que te largues, dejame sola sí.
Miller solto un suspiro y saco una libretita de su bata, anoto algunas cosas y la volvió a guardar.
-Tienes 1 hora para alistarte, nos iremos al hospital.
-No quiero.
-Megan deja de actuar de esa forma, en una hora regresare por ti.
Miller se alejo del lugar y dio un fuerte portazo, estaba molesta pero no me importaba. Me levante lentamente de la camilla y tome la mochila que se supone que tendría mis cosas, una blusa sin mangas blanca, jeans y un sueter, mis converse negros y un listón supongo que para acomodar mi cabello. Me cambie y enjuague mi cara, recoji mi cabello en una coleta y cepille mis dientes, mis ojos eran color azul, acompañado de unos rizos negros como la noche y una piel palida, tenia un poco de pecas y eso era algo odiaba.
Paso un rato y Miller volvió.
-Es hora de irnos Megan.
Tomé mi mochila y segui a la Doctora por los pasillos del hospital, no vi a mi madre, y en realidad no me importaba, salimos por la puerta trasera del hospital y subimos a un auto del hospital al que me llevarian, puse mi mochila en el maletero y al auto se puso en marcha.