Sra. Gutiérrez, ¿Me Está Acosando? [Pausada]

Capítulo 44 "Sólo una pequeña escena"

—¡No! Te he dicho que los quiero antes del martes, no, el martes— Gruñó antes de colgar. Se sentó en la cama de golpe, había olvidado que estaba acompañada de la castaña. Un ligero movimiento en la cama se lo recordó, Jessica se sentó, sus ojos aún estaban cerrados, bostezó mientras se frotaba uno de sus párpados.

—¿Te he despertado?— Preguntó apenada.

—Es obvio que sí — Dijo soñolienta y con humor. Jennifer sonrió.

—¿Sabés? Por lo general dicen: "no, ya estaba despertando, no te preocupes".

—Perdón por no estar en una série cliché — Mordió su labio juguetona. La rubia se sentó a su lado y la atrajo hacia ella.

—Alguien despertó un poco bromista— Tocó su nariz y luego beso su cabello.

—Y alguien amaneció discutiendo con algún pobre empleado.

—Tks, es que no pueden hacer algo tan simple — Se quejó haciendo una mueca de disgusto.

—Lo mismo podría decirte— La miró confusa y Jessica suspiró—¿Era tan difícil decirme que me ama?

—Ah pero son cosas distintas, y mucho.

—Pero simples ¿No?

—Depende— Se acomodó mejor —Aunque en los libros o películas veamos que declararse es sencillo, la realidad es que no lo es, debido a que están las inseguridades, contratiempos, cosas así que lo hacen más difícil.

—Hmm— Se limitó a decir. Rodeó la cintura de la mayor.

—Además... Es una simple entrega de papeles ¿En dónde está lo difícil?— La ojiverde rió.

—No dejes que eso te estrese, aún es fin de semana.

La mayor suspiró —Tienes razón— Se recostó—Me haces falta en la oficina Baker, como no tienes idea.

—Me imagino que sí— La miró antes de levantarse.

—¿Por qué no vuelves?— Cuestionó mientras apoyaba su mejilla sobre sus rodillas y abrazó sus piernas.

—Bueno, aún no lo he pensado.

—Pues, si te decides...— Caminó detrás de ella, rodeó su cintura con sus brazos—Sabes que te recibiré con gusto.

—Gracias— Jennifer besó su cuello antes de separarse y dirigirse hacia la puerta.

—Iré a pedir el desayuno— Le sonrió cálidamente antes de irse.

Jessica entró al baño para lavar sus dientes, mientras lo hacía, su mente se dedicó en reproducir las palabras de la rubia una y otra vez.

—¿Qué debería hacer? ¿Vuelvo? ¿Le digo que no? ¿Trabajo ahí por un tiempo?

Lavó su cara, sería problema para su yo del futuro. Por ahora, se centraría en la linda mañana que está teniendo junto a la mujer que ama. Jennifer volvió con el desayuno, ambas comieron en la cama, la ojiverde sonreía tiernamente cuando Jennifer le acercaba el tenedor con comida a su boca, nunca se imaginó que la empresaria tuviera esos momentos.

—Si le dijera esto a algún desconocido me diría que estoy loca por pensar que Jennifer Gutiérrez es una persona amable y tan dulce.

Una risita inaudible para la rubia se escapó, de verdad que las apariencias engañan, es que ¿Quién pensaría que una mujer cómo ella fuera así de linda? Que detrás de todo ese ego y esa mirada fría e imponente sólo es una máscara ¿Lo pensarías tú al ver una persona así? Quizás sí, quizás no, pero para las personas ajenas a ella sólo se quedaban con la imágen fría y sin corazón de Jennifer Gutiérrez.