Me tuviste en postikers

Capitulo 4

"Tomaré una ensalada de col rizada y una hamburguesa de lujo con papas fritas, por favor. Y 3 lattes de vainilla". Kara trata de reprimir su entusiasmo ante la perspectiva de volver a ver a Lena. Solo habían pasado unos días desde la noche del juego, pero Kara descubrió que extrañaba su humor seco y sus sonrisas apenas disimuladas.

Es solo un almuerzo con un amigo , se recuerda a sí misma mientras recoge el pedido y se dirige a LCorp. No es como si alguna vez quisiera estar con un humilde reportero.

Ella entra al vestíbulo y le muestra su identificación al guardia de seguridad, sorprendida cuando él se fija al verlo. "Kara Danvers, ¿verdad? Jess me dijo que te mostrarían de inmediato. Si me sigues, por favor".

Así lo hace, aunque confusamente. Lena dijo que le avisaría a Jess que Kara pasaría por allí, pero eso no explicaba la prisa. Quizás Lena tenía mucha hambre.

Jess se apresura en el momento en que se abren las puertas del ascensor en el último piso, asintiendo al guardia. "Gracias, Albert. Kara, ¿puedo hablar contigo antes de que entres?"

Kara la sigue a su escritorio, y luego Jess se inclina, la voz en voz baja como si la informara sobre una misión ultrasecreta. "Este es el trato. Lena se está reuniendo con un inversionista potencial en este momento, pero tienen un poco de... historia, digámoslo". Kara no está celosa. Ella no lo esta. "Y sé que Lena nunca iba a hacer un trato con ellos, pero tenía que reunirse para mantener las apariencias. Envió un SOS, lo que significa que cuanto más dure esta reunión, mayores serán las posibilidades de que solo uno de ellos se vaya. ¿Puedo contar contigo para rescatarla?"

Kara asiente con seriedad, porque se trataba de una misión de rescate seria. Lena la había salvado de Mike cuando se conocieron y Kara estaba más que dispuesta a devolverle el favor. Ni la mención de la rabia ante la idea de que alguien (¿un ex?) incomodara a Lena. Se vuelve hacia las impresionantes puertas dobles de madera de la oficina de Lena.

"¡Oh! Espera, te compré un café con leche", agrega Kara, ofreciéndole la taza extra a la secretaria.

Jess lo toma con reverencia. "Kara, eres asombrosa". Luego su rostro se vuelve impasible de nuevo, asintiendo hacia las puertas. "Buena suerte."

La rubia llama a la puerta, esperando escuchar un leve "pase" antes de entrar. Los modales son importantes, después de todo. Esboza la sonrisa más grande que puede al ver a Lena (no es difícil) y se dirige directamente a su escritorio. Ve una figura vestida de rojo recostada en el sofá al otro lado de la habitación y se esfuerza por darles la espalda y mirar a Lena a los ojos.

"Solo hazlo", murmura, y espera el asentimiento de Lena antes de dejar la comida en una silla, continúa pasando el escritorio y, antes de que pueda dudar de sí misma, besa profundamente a Lena en los labios.

Lena no duda en corresponder.

Después de un momento, se aclara la garganta y Kara se aleja. "Te extrañé mucho, nena", anuncia, lo suficientemente fuerte como para que se escuche a través de la habitación. Claramente, Lena no tiene palabras, por lo que Kara se vuelve hacia la invitada y se limpia los restos de lápiz labial de la cara.

"Lo siento. Soy Kara Danvers, ¿quién podrías ser?"

Es todo lo que puede hacer para evitar tartamudear mientras hace contacto visual, porque la mujer frente a ella es, francamente, un golpe de gracia. Los tatuajes recorren con elegancia su espalda y sus brazos, asomándose por debajo de un vestido rojo brillante. Su cabeza está en alto, sus rasgos delicados intimidan. Alguien a quien Kara podría admirar, excepto que puede ver más allá del glamour, ver que sus ojos son fríos, crueles y vacíos.

"Verónica Sinclair". La mujer prácticamente se burla. Apenas le dedica a Kara una segunda mirada, antes de volverse hacia Lena. "Me resulta extraño que tu asistente deje entrar a los visitantes durante una reunión, Lena. Tal vez no esté a la altura".